La alerta fue del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua, ente que el 21 de mayo pronosticó que durante este periodo prevalecerá la tercera onda de calor de la temporada sobre el territorio nacional.
Ese mismo día, la dependencia oficial previó temperaturas superiores a los 45 grados Celsius hasta el sábado en Sinaloa y otras entidades del país.
Ya antes, el 19 de mayo, el Servicio Meteorológico Nacional informó que se registró un récord de temperatura en Choix, cuando se alcanzaron los 47.2 grados centígrados. Esta temperatura supera a la máxima registrada en la región pues en 2022 se alcanzaron los 46 grados centígrados.
El miércoles 22, Protección Civil Sinaloa informó que desde el pasado fin de semana el estado enfrenta una tercera ola de calor, derivado que se habían vislumbrado un pronóstico de formación de huracán en el Océano Pacifico que no se logró.
Unas advertencias que se cumplen puntualmente, pues la ola de calor abrasa a Sinaloa de extremo a extremo, una temporada cálida que impide realizar actividades en las horas con más luz solar; una situación que obliga a tomar precauciones a la hora de salir al calle y principalmente quienes tienen la necesidad de trabajar a la intemperie, situación grave que pone en peligro la integridad física.
El miércoles también, investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático y del Programa de Investigación en Cambio Climático, de la UNAM, advirtieron que en los próximos 10 o 15 días, el País experimentará las mayores temperaturas registradas en la historia y esto podría generar altos niveles de contaminantes debido a la presencia de ozono.
Entre las medidas preventivas ante la contingencia climática, la Secretaría de Educación Pública y Cultura indicó el jueves que en el estado el calendario escolar podría recortarse para que los estudiantes no sean expuestos a las altas temperaturas por acudir a clases.
A nivel mundial, las olas de calor cada vez más intensas incrementan los impactos desde la mortandad hasta pérdidas económicas, de acuerdo con el último informe de Lancet Countdown.
Un impacto global que no se ve cómo puede frenarse, consecuencias de la deforestación y el afán desmedido de cubrir con cemento la Tierra.