La transparencia, lo hemos dicho en infinidad de ocasiones, es la mejor herramienta para combatir, prevenir y tomar decisiones y acciones en torno a una situación o problemática.
Pero estamos tan acostumbrados a la opacidad, que tanto Gobierno como ciudadanos la hemos convertido en la “normal”. Ya no nos salta muchas veces por la normalización de lo que debiera ser un problema alarmante.
Tal es el caso que presentamos en nuestras páginas respecto a los contagios de Covid 19.
Sabemos que, como en todo el mundo y aunque la pandemia ya pasó, los casos de Covid se han estado incrementando en los últimos días en Sinaloa.
Y aunque tenemos un sistema oficial gubernamental para informar de las cifras, en estos meses dichos números no se han actualizado.
La Secretaría de Salud estatal no ha publicado cifras públicas sobre casos positivos de coronavirus desde el pasado 1 de abril del 2024.
Así lo revela una revisión realizada por Noroeste en la página web de Salud Sinaloa.
En sí, se constató que, desde hace cuatro meses, la dependencia dejó de actualizar el boletín diario sobre casos positivos, sospechosos y los municipios en donde fueron detectados; así como el boletín epidemiológico que contiene detalles sobre edades de los pacientes contagiados, ocupación, cómo fueron confirmados los casos, entre otra información.
Lo anterior no es cosa menor, sobre todo porque recientemente la Organización Mundial de la Salud alertó que los casos de Covid van al alza en el mundo y existe el riesgo de aparición de nuevas variantes.
Peor aún, la agencia sanitaria mundial alerta no sólo del aumento de contagios sino que estima poco probable que la oleada disminuya en el corto plazo.
También preocupa, alertó la OMS, la baja en la cobertura de vacunación, sobre todo ante la posibilidad de que surja una cepa más virulenta que pudiera causar enfermedad grave.
Y va un dato: tan sólo en las Olimpiadas recientemente concluidas, 40 atletas dieron positivo a Covid y diversas enfermedades respiratorias, y eso que es temporada de verano.
Lo que es un hecho es que si desde el Gobierno no se alerta adecuadamente y no se actualizan las cifras de un sistema de información que ya existe, esto sólo habla del desinterés y el descuido oficial por parte de las autoridades de Salud.
Urge corregir.