Tiempos convulsos

31/10/2022 04:00

    Sinaloa en unos meses ha experimentado tiempos nunca vistos en cuestión de políticas y gobiernos municipales. Tiempos nunca antes vistos del sistema político.

    Dos alcaldes están en el ojo del huracán por su forma de gobernar, los dos de Morena y los dos que vienen de una reelección, lo que ya pone a pensar a muchos si este ejercicio de reelegir alcaldes dará verdaderos resultados de continuidad en programas en beneficio de las ciudades que deberían gobernar.

    Por un lado, Jesús Estrada Ferreiro, quien fue desaforado para enfrentar no sólo un juicio, sino varios, entre ellos un juicio político que podría inhabilitarlo, aunque claro que el juicio preponderante ahorita es el penal por el contrato, según las autoridades, irregular para el arrendamiento de 40 camiones de basura.

    Estrada Ferreiro ya está vinculado a proceso por lo que tiene que enfrentarlo, amén del proceso de juicio político que tiene en el Congreso del Estado.

    Por otro lado, el ahora ex Alcalde de Mazatlán Luis Guillermo Benítez, al parecer ha corrido con mejor suerte, al evitar por una renuncia al cargo de Presidente Municipal, un juicio de desafuero, y de paso llega a la Secretaría de Turismo, una decisión que todavía no está muy clara por parte del Gobernador Rubén Rocha Mocha.

    Él tiene dos juicios políticos ratificados en el Congreso del Estado, pero al mismo modo que Estrada Ferreiro habrá que ver cómo enfrenta el proceso penal que está en manos de la Fiscalía.

    Así que tenemos en Sinaloa dos casos inéditos, al que ponerles lupa, porque aunque son dos casos parecidos han sido tratados de manera diferente en cuanto a justicia se refiere.

    Nadie quiere que vuelva el pasado en que el pez más grande políticamente hablando, ya sea Presidente o Gobernador, arrope a los personajes que deben ser llevados a la justicia.

    Porque de nada servirían las instituciones, llámese Auditoría Superior del Estado, Fiscalía General del Estado, y el mismo Congreso local, si no se llega a las últimas consecuencias en las malas prácticas al detentar el poder en los ayuntamientos.

    Esperamos que la justicia sea lo que prioricen las autoridades y no la politiquería. Sería una verdadera lástima perder lo avanzado.