A pocos días de iniciar el periodo vacacional de Semana Santa, sucede en Mazatlán, el destino turístico más importante de Sinaloa, un atentado a balazos contra un empresario, del cual resultaron heridas tres personas extranjeras.
Ante este hecho, el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Jaime Othoniel Barrón Valdez y el director del Centro de Atención y Protección al Turista, Dónovan Quiñónez Castro, coincidieron en señalar que se reforzará la vigilancia en Mazatlán para prevenir que se cometan más hechos violentos.
El titular de la SSPM también manifestó que en el Plan Operativo de Seguridad de Semana Santa se trabajará de manera coordinada con todas las instituciones de los tres niveles de Gobierno como Ejército, Marina, Guardia Nacional, como se laboró en Carnaval para que no sucedan hechos violentos.
Es claro que las corporaciones de seguridad se enfocan en hacer su trabajo en esta época de grandes concentraciones de personas.
Pero en el centro de la República hay otros datos; el jueves, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que aunque el Departamento de Estado de Estados Unidos ha vetado a 30 de 32 entidades mexicanas, los turistas estadounidenses no hacen caso a las alertas de viaje y siguen visitando México.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ya había asegurado antes que México era más seguro que Estados Unidos.
No basta decir que los destinos turísticos siguen siendo visitados por extranjeros, principalmente de Estados Unidos y Canadá, en el caso de Mazatlán, sino de erradicar esa violencia soterrada y esa impunidad con que actúan las personas armadas en Sinaloa y en todo México.
No basta decir que los viajeros no hacen caso de las recomendaciones de su gobierno y acuden a los destinos de playa de México a disfrutar sus vacaciones.
La violencia está presente, el crimen opera a sus anchas, pero en la Presidencia de la República no le hace mella, porque los turistas siguen viniendo.