Seguridad en los municipios

29/01/2025 04:00
    Las crisis como las que hoy vive Sinaloa y como han vivido otras regiones deberían servir para replantear lo que se quiere alcanzar en el tema de seguridad y sin duda, tener corporaciones locales bien equipadas y capacitadas debería ser una prioridad.

    Durante las crisis de inseguridad, es común que la atención se centre en los resultados que buscan y los que se obtienen en las acciones para contener la comisión de delitos y se olvide de las necesidades que se tienen en el tema de la seguridad.

    Ocurre ahora en Sinaloa, por ejemplo, pero también en otras entidades que han atravesado por etapas de violencia que obliga a todos los órdenes de Gobierno a implementar medidas para contenerlas.

    Pero esa atención que se le otorga ocasiona que se deje de lado asuntos que desde hace mucho tiempo se ha planteado y que tiene que ver con la seguridad que se ofrece en los municipios.

    Las corporaciones locales son las que tienen el contacto más inmediato con la población y se han convertido en el último eslabón al que llegan los recursos y el equipamiento adecuado.

    Y parte del rezago que hoy tienen está relacionado con los resultados que obtienen en la contención de delitos.

    Si bien es cierto que hay eventos en los que no intervienen y que tienen que ver con delitos federales, por ejemplo, también es verdad que hay regiones que apenas funcionan con lo más básico, como una patrulla en funcionamiento, por decir algunas de sus fallas.

    Las crisis como las que hoy vive Sinaloa y como han vivido otras regiones deberían servir para replantear lo que se quiere alcanzar en el tema de seguridad y sin duda, tener corporaciones locales bien equipadas y capacitadas debería ser una prioridad.

    Mientras no haya cambios en ese sentido, poco podrá transformarse la manera en que se ha administrado la política de seguridad en México. Y sí, aunque también depende de cómo se imparte la justicia y también representa un área pendiente, no contar con corporaciones debidamente formadas y equipadas seguirá siendo un lastre para garantizar una seguridad suficiente para todos.

    Y mientras los municipios se sigan viendo como el último reducto al que hay que asignar recursos, aunque sean los primeros que deben responder a la población, las fallas en la seguridad seguirán reproduciéndose.