Uno de los activos que tienen los destinos turísticos en países como México es que sean sitios seguros para sus habitantes. Si algo falla en la seguridad, tendrá un impacto en esa industria que significa un motor para las comunidades que dependen de ellas.
Por eso, las autoridades deben poner más atención a lo que están haciendo en Sinaloa, y cómo lo están haciendo, para que las respuestas ante las condiciones de violencia sean más efectivas.
La ola de violencia que ha vivido en Sinaloa ha tenido un impacto en la percepción que se tiene de la entidad, de por sí ya marcada por el estigma de la operación de la delincuencia organizada.
Pero solo podrá revertirse si de parte de las autoridades hay la voluntad para revisar lo que se ha hecho y si esto ha tenido los resultados deseados para contener los actos de violencia o por el contrario, es necesario hacer un viraje para regresar la seguridad, en primer lugar, para sus comunidades.
La época de fin de año es un referente para la actividad turística en lugares como Mazatlán, que además de quienes suelen pasar las fiestas de fin de año en el sitio, tiene un flujo importante de la comunidad extranjera que suele tener estancias más prolongadas.
Por eso la urgencia de que las acciones de seguridad generen confianza en la gente que la habita y entre quienes están dispuestos a viajar hacia este destino turístico.
Las autoridades estatales decidieron estar informando a diario sobre las acciones de seguridad que se están implementando ante los hechos de violencia y eso al menos es un paso importante, porque muestra la voluntad de comunicarse con la población, cosa que omitió hacer durante las primeras semanas.
En la manera en que las autoridades estén dispuestas a ser transparentes en lo que hacen en materia de seguridad y en admitir cuando las acciones no están funcionando para contener la violencia y corregir, podrá no solo avanzar en la seguridad para los sinaloenses, sino también, en generar confianza para sus posibles visitantes y eso, será un buen paso.