Han transcurrido cuatro meses desde que inició la ola de violencia en Sinaloa tras la disputa entre dos facciones del crimen organizado, lo cual ha tenido consecuencias negativas para la población de la entidad.
Aunque la mayoría de los hechos violentos se han concentrado en Culiacán y municipios aledaños, el impacto de esos hechos ha alcanzado a todo el Estado, donde en menor o mayores proporciones la vida de la población se ha visto trastocada.
Los operativos de seguridad se han reforzado en la entidad con la llegada de cientos de elementos de las Fuerzas Federales que se han desplegado hacia los diferentes municipios donde se registran hechos delictivos.
Y las autoridades han buscado otorgar estímulos económicos a los sectores que más han resentido los hechos de violencia, que ha paralizado muchas actividades y por consiguiente, ha mermado en los ingresos.
Y aunque los esfuerzos de las autoridades han estado ahí, no ha sido suficiente para restablecer la seguridad y la tranquilidad en la entidad y los hechos de violencia siguen presentándose y trastocando la vida de muchos.
El Gobernador de Sinaloa presentó este miércoles el Plan de Reactivación Económica con el que se pretende a través de la inversión en proyectos públicos generar una movilización de recursos que tengan un impacto en los diferentes sectores de la sociedad.
Y qué bueno que se tenga ese enfoque, porque la violencia que hoy vive Sinaloa ha generado un daño económico que a algunos los ha llevado a cerrar sus negocios y a otros, los ha obligado a resistir.
Pero sin lugar a dudas, la sociedad aún espera más y aguarda porque la reactivación social de Sinaloa pronto pueda ser una realidad, con espacios seguros para todos y sin hechos violentos que vuelvan a paralizar las ciudades y comunidades. Ojalá que también piensen en eso.
