Prudencia

    Es verdad, nadie quiere saber ya de pandemias ni de las restricciones que por más de dos años ha impuesto el Covid-19, pero es una condición que aún no puede ser ignorada. Aunque las cifras muestren ahora un nivel bajo de contagios, hospitalizaciones y muertes, gracias sobre todo a la vacunación que se ha hecho contra el coronavirus, no significa que ya no hay virus al cuál temer.

    Para el próximo periodo vacacional de Semana Santa, las autoridades en Sinaloa han confirmado que en las playas no habrá restricciones y que, incluso, los asistentes podrán estar sin cubrebocas en los espacios públicos.

    Puede ser una medida razonable en el sentido de que quienes acuden a las playas en este periodo vacacional, pero se hace necesario el llamado a la prudencia ante las aglomeraciones que se están previendo.

    Es verdad, nadie quiere saber ya de pandemias ni de las restricciones que por más de dos años ha impuesto el Covid-19, pero es una condición que aún no puede ser ignorada.

    Aunque las cifras muestren ahora un nivel bajo de contagios, hospitalizaciones y muertes, gracias sobre todo a la vacunación que se ha hecho contra el coronavirus, no significa que ya no hay virus al cuál temer.

    La pandemia a nivel global sigue causando estragos, sigue habiendo ciclos de contagios y en algunas partes, con sistemas hospitalarios en crisis, como los que se vivieron en México. Nadie quiere, y también es cierto, que eso se repita, pero el riesgo está latente.

    Y precisamente, por ese riesgo, es que vale más ser prudentes. Sí, hay que divertirse; sí, hay que relajar las medidas; sí, hay que salir; pero no hay que olvidar contar con una protección mínima, la del cubrebocas o la de la distancia social, complicadas ambas cuando se está en la playa.

    De qué tantos contagios generarán esos encuentros, dependerá de cada uno. Las autoridades, en el caso de Sinaloa, han determinado que no haya restricciones en los balnearios, pero de qué manera cuidarse, ya es decisión personal.

    Para quienes tengan oportunidad de estar de vacaciones durante Semana Santa, podrán vivir los eventos religiosos o los eventos de playa en momentos en que la pandemia del Covid-19 se mantiene a la baja, aunque solo con prudencia, con los cuidados personales, estarán en condiciones de evitar enfermarse.