Pesca, entusiasmo y realidad

19/09/2023 04:00
    Una actividad como la pesca no debería ser abandonada, se necesitan nuevas tecnologías, apoyos de peso y no paliativos, ordenamiento, y sobre todo no ver a los pescadores y su labor como botín político.

    Ayer arrancó oficialmente la temporada de captura de camarón 2023-2024 en la región centro norte del Estado.

    Son más de 10 mil pescadores de los sistemas lagunares estuarinos y bahías de los municipios de Ahome, Guasave, Angostura, Navolato, Culiacán y Elota, los que saldrán en búsqueda del preciado producto, con el entusiasmo de una labor que no solo los apasiona, sino esperada porque es lo que lleva el alimento a sus hogares y contribuye en el desarrollo de toda la región.

    Durante el arranque se destacó la importancia del Programa de Inspección y Vigilancia.

    Flor Emilia Guerra Mena, titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura, dio el banderazo de arranque y llamó a los pescadores a tomar precauciones en esta nueva temporada de captura del crustáceo.

    Todos desean una buena temporada, pero el entusiasmo quizás no alcance para superar la realidad de algunas regiones como en Mazatlán, donde la temporada se abrirá el 23 de septiembre.

    En el puerto la flota camaronera está lista, pero sólo el 40 por ciento será la que esté en condiciones hacerlo.

    Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico lamentó que la crisis que se vive en esta actividad primordial y vital para el puerto se deriva de la situación en que vive el sector pesquero del País.

    El resto quedaría amarrada en los diferentes muelles pesqueros de Mazatlán. El tema energético, por ejemplo, los tiene a muchos postrados y en crisis y ese es solo uno de los problemas.

    Desgraciadamente, muchos pescadores han tenido que migrar a otras actividades, por lo que se han perdido fuentes de empleo y se frena el desarrollo de la actividad.

    Ya lo han dicho muchas veces y en muchos foros, el sector pesquero pasa por una crisis que los gobiernos deberían atender.

    Una actividad como la pesca no debería ser abandonada, se necesitan nuevas tecnologías, apoyos de peso y no paliativos, ordenamiento, y sobre todo no ver a los pescadores y su labor como botín político.