En pleno operativo de seguridad pública, la facción de uno de los bandos que disputa la hegemonía por el Cartel de Sinaloa atacó con explosivos a los militares la noche de este Domingo de Ramos.
La audacia de los grupos delincuenciales, aunque ya raya en lo ridículo por tantos detalles vistos en estos últimos siete meses, es tal que el ataque se realizó en una de las pocas esperanzas que tenía el municipio de Culiacán de mantener como su lugar seguro para los paseantes en esta Semana Santa.
Pero la audacia que señalamos es comparable o equivalente a la terquedad de los gobiernos de la Cuarta Transformación de pretender convencernos de llevar una vida normal, común y corriente, como si no hubiera excepciones tan evidentes.
Y lo peor es que Imala es uno de los lugares que hemos visto que no tiene respiro por los brotes de violencia, principalmente por ser la entrada a la zona serrana del municipio al igual que Sanalona.
Con tantos reportes e incidentes en la zona, a cualquier culiacanense le queda claro que no es una muy buena idea ir a vacacionar a la zona, al igual que toda la zona de Eldorado y sus playas, Quilá, el valle de San Lorenzo entero y Tacuichamona.
Sin duda una lástima y otras de las pérdidas más que nos quitan en esta guerra.