Nuevos ciclos

    Tratando de no ser tan negativos y con la idea de que un cambio siempre es importante, damos el voto de confianza a los nuevos gobernantes municipales, a los nuevos cabildos, pero mantenemos la exigencia para que no sean una autoridad más que esconde la cabeza y deja pasar, sin aportar en serio a la solución de esta crisis de seguridad.

    Hoy es, o debería ser, un día de renovación en Sinaloa, al menos así lo marcan una parte de las circunstancias, aunque otro tanto de nuestro contexto nos mantiene atados.

    La renovación viene de que hoy es el primer día de las nuevas administraciones de los ahora 20 municipios de Sinaloa.

    Las novedades son varias, por ejemplo, que hay dos municipios nuevos, Juan José Ríos y Eldorado, que se estrenan como ayuntamientos.

    También trae la novedad de que son varios los alcaldes que repiten al frente del municipio al haber sido refrendados en su gestión ya sea por reelección o, como en el caso de Culiacán, porque eran interinos y ahora sí fueron votados.

    Por otro lado, son siete las alcaldesas que encabezarán administraciones, y en el caso de Mazatlán, se hará historia al ser la primera vez que lo gobernará una mujer.

    Sí, ciertamente hay una renovación de nuestras autoridades municipales, como ya la hubo hace un mes de las nacionales y poco antes de las legislativas a nivel federal, pero... el gran pero que nos perturba y nos inquieta: las condiciones de seguridad.

    Pese a que son días de renovación, en la realidad para los ciudadanos se siente como lo mismo, pues la situación de violencia no amaina y nos mantiene en alerta, a la expectativa y con la incertidumbre.

    No cabe duda que este es el principal reto de las autoridades, y no hay certeza de que ellos lo vean como tal y mucho menos que sean capaces de lograr vencerlo.

    Tratando de no ser tan negativos y con la idea de que un cambio siempre es importante, damos el voto de confianza a los nuevos gobernantes municipales, a los nuevos cabildos, pero mantenemos la exigencia para que no sean una autoridad más que esconde la cabeza y deja pasar, sin aportar en serio a la solución de esta crisis de seguridad.

    De ellos depende en gran parte, deben saberlo.