La noticia de que un bebé de un mes de nacido murió en una cuartería de Juan José Ríos, en el municipio de Guasave, llega para confirmarnos que esos lugares se han convertido en un nuevo escenario de terror para adultos y niños en Sinaloa.
No solo por las cosas que pasan ahí, sino por los cuidados que se dejan de tener y por la omisión de las autoridades de supervisarlas, hallarlas y sancionarlas.
Penoso para todos, sobre todo para las autoridades, que cada mes estemos recibiendo este tipo de noticias, de madres menores de edad, de malos cuidados, de hacinamiento, de lugares insalubres y de tragedias que no tienen un responsable y mucho menos un castigo.
El hecho de este viernes, registrado en la cuartería Santa Rosa que se ubica en la colonia Juan S. Millán, tiene detalles horrorosos como que la joven madre se dio cuenta que algo andaba mal cuando su hijo no reaccionaba, no tenía ayuda médica y tuvo que llamar a los paramédicos de la Cruz Roja que fueron quienes confirmaron el deceso.
Esto se suma a otras muertes reportadas en esa región, pero también a otras tragedias ocurridas en la región de Villa Juárez, en el municipio de Navolato, y cerca de Escuinapa, o de La Cruz de Elota.
Lo peor es que en ninguna de las situaciones se avizora una investigación, un trabajo más allá de llevar despensas y ayuda y un trabajo integral como hemos dicho, que dé seguimiento con el fin de que se eviten situaciones como esta.
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