El año que terminó hace dos semanas fue letal para las mujeres, la violencia intrafamiliar, la violencia vicaria y, en casos extremos, los feminicidios hicieron presa de decenas de mujeres que han padecido esta clase de sometimiento en Sinaloa.
Con cifras de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, durante 2023, uno de cada dos delitos denunciados en Sinaloa fueron contra la mujer.
Esto es que de los 33 mil 72 delitos denunciados durante el año 2023, la mitad correspondió a actos realizados en contra de una mujer, ya que fueron 16 mil 582 crímenes señalados, de acuerdo con datos de la Fiscalía.
Otro dato revelador es que con 6 mil 150 denuncias, el delito de violencia familiar o intrafamiliar significó la causa más señalada por mujeres en el estado, y representó el 37 por ciento del total de delitos contra las sinaloenses.
Así, tal parece que la impunidad es moneda común para realizar estos delitos.
Sin embargo, parecería que el miedo o la falta de información provoca que las víctimas no acudan a denunciar la violencia a la que son sometidas y que incluso puede llegar al asesinato de éstas.
Alrededor del 90 por ciento de las mujeres víctimas de feminicidio en Sinaloa no presentaron denuncias de violencia familiar, informó la titular de la Secretaría de la Mujer, María Teresa Guerra Ochoa.
En 2023 se registraron 33 feminicidios en Sinaloa, el año anterior fueron 21 feminicidios, de acuerdo a cifras estatales.
Entonces, de los 33 feminicidios registrados en 2023, la mayoría no tuvo denuncias previas de violencia intrafamiliar.
Sin embargo, en el caso de la violencia vicaria, la vocera de la colectiva feminista, “No se metan con nuestras hijas”, Heidy Mares Landeros, señaló que la cifra de feminicidios y casos de violencia vicaria en Sinaloa repuntaron durante 2023, a consecuencia de la falta de capacitación y sensibilidad del funcionariado de las instancias de atención a mujeres.
“Su personal no está lo suficientemente capacitado, todavía hay personas que no saben de los que se trata la violencia vicaria”, señaló.
Con estas limitaciones en cuanto a instruir a las mujeres en cuanto a sus derechos, a perder el miedo a denunciar y la falta de personal capacitado, las víctimas de estos delitos contra las mujeres aún carecen de una real protección.