Históricamente, los legisladores de Sinaloa nos han demostrado que vale más una orden directa del Gobernador del Estado antes que de verdad trabajar por lo que de verdad hace falta.
Es como su retórica a la hora de defender lo indefendible, de restar gravedad donde evidentemente la hay y tener esos monstruos en la cabeza qué tanto les asusta.
A lo largo de los años, el presupuesto se pichicatea para rubros como la pesca, el campo, para áreas tan importantes como el desarrollo como la ciencia o la educación, ni se diga el deporte y en este caso la seguridad pública.
Claro está que también es histórico el manoseo y la aplicación de recursos a modo que terminamos viendo construcciones absurdas como un estadio de fútbol sin tener equipo profesional o la enésima remodelación de calles en lugar de pavimentar las que tienen décadas en terracería.
Las asignaciones para el deporte, por ejemplo, son las peores en la región, por debajo siempre de Baja California y Sonora, y hay veces hasta de la Baja Sur.
Luego, cuando se les critica, comienzan a sumar de todos lados para fingir que les interesa.
Esta vez el Consejo Estatal de Seguridad Pública criticó que en el presupuesto estatal para el 2025 no se asignó un monto equivalente a la situación de violencia que azota a la entidad desde hace más de 100 días.
Lo dicho, siempre fuera de lugar, tanto el Ejecutivo como el Legislativo.
Miguel Calderón Quevedo, coordinador del CESP, recordó que desde antes de la aprobación del presupuesto estatal para el ejercicio fiscal 2025 se hizo una solicitud al Congreso del Estado para reasignar la propuesta inicial enviada por el Poder Ejecutivo, y aumentar al menos en un 40 por ciento para estar así al nivel de otros estados del país que tienen problemas similares de violencia.
Pero resulta que los diputados simplemente ignoraron los varios comparativos sobre cómo otros estados de la República tienen el doble o el triple del presupuesto que en Sinaloa en circunstancias muy parecidas.
“Y aspirábamos al menos a un aumento del 40 por ciento en términos generales en Seguridad y Justicia”, dijo Calderón Quevedo.
Ni hablar.
