En culturas antiguas, con sociedades que se regían por conductas belicosas, en confrontación permanente con poblaciones o reinos vecinos, era común que un emisario enviado a pactar algún acuerdo o negociación fuera asesinado por los gobernantes rivales, de allí parte la expresión matar al mensajero,
En sociedades modernas existen otros mensajeros y otro tipo de mensajes dirigidos a la población, siempre en aras de una mejor convivencia y respeto a la ley convenida por las sociedades, estos mensajeros son los periodistas y, desgraciadamente, aún hay personas que buscan asesinarles.
El martes, la Sociedad Interamericana de Prensa anunció un reconocimiento a 13 periodistas asesinados en el País desde octubre de 2021 y recibirán el Gran Premio a la Libertad de Prensa en el marco de la entrega de los premios a la Excelencia Periodística 2022.
“El ejercicio del periodismo es un trabajo riesgoso, pero en ningún lugar de nuestra América lo es tanto como en México. Este premio póstumo a 13 colegas que dieron la vida por informar verazmente es más que merecido”, afirmó la presidenta de la Comisión de Premios de la Sociedad Interamericana de Prensa, Leonor Mulero.
Los 13 periodistas mexicanos asesinados a quienes se les confirió el Gran Premio a la Libertad de Prensa este año son Sheila Johana García Olivera, Yessenia Mollinedo Falconi, Luis Enrique Ramírez, Armando Linares, Juan Carlos Muñiz, Jorge Camero, Heber López Vásquez, Roberto Toledo, Lourdes Maldonado, Margarito Martínez, José Luis Gamboa, Alfredo Cardoso Echeverría y Fredy López Arévalo.
Sin embargo, el miércoles el periodista Ernesto Méndez fue asesinado a balazos en un bar de la Colonia Cerro Prieto, en San Luis de la Paz, Guanajuato.
La organización Artículo 19, otra organización dedicada a la defensa de los periodistas y la libertad de expresión, hizo un llamado a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, de la Fiscalía General de la República, para que atraiga el caso y que se considere su labor informativa como móvil del crimen.
Asimismo, llamó al Mecanismo de protección de personas defensoras y periodistas a contactar a familiares y colegas de Ernesto Méndez, con el fin de “otorgar las medidas de protección necesarias”.
Sin embargo, de seguir la impunidad en México ante este y cualquier otro delito, los periodistas seguirán cayendo.
El vacío de autoridad tiene décadas o sexenios si se quiere medir así, y no da visos de encaminarse a un estado de derecho, sino a una sociedad más atrasada donde se prefiere matar a los mensajeros.