El domingo, en una jornada electoral no exenta de señalamientos sobre irregularidades, el partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador arrebató uno de los principales bastiones que le quedaban al PRI, con el ya irreversible triunfo de Delfina Gómez Álvarez, candidata de la alianza Juntos Hacemos Historia en el Estado de México, que integran los partidos Morena, Del Trabajo y Verde Ecologista de México.
Por su parte, en Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, candidato de la coalición Va por Coahuila, que integran los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, y de la Revolución Democrática, llevaba una tendencia también irreversible por la Gubernatura.
Más allá de lo que arroje en cifras la jornada del domingo, veremos ya un reacomodo de las fuerzas políticas.
Morena se afianza más que nunca rumbo a su principal meta electoral, mantener la Presidencia de la República, para continuar, según han dicho sus aspirantes, con la Cuarta Transformación.
Por su parte, los partidos PRI, PAN y PRD, de la alianza, tendrán que acomodar sus estrategias, y ver si en verdad la unión de ellas todavía pueda ser atractiva para los votantes.
Un jugador más en la contienda es Movimiento Ciudadano, pero su postura hasta ahorita es no ir con la alianza.
Una lección que ha dejado también estos comicios es el abstencionismo, al parecer los mexicanos insisten en no asistir a las urnas, ya que en la actual por la Gubernatura del Estado de México, cerró en 50.12 por ciento, tres puntos más que en la pasada contienda por la Gubernatura.
Habrá también que tasar a la cifra de indecisos, porque aunque sabemos que Morena sigue teniendo un empuje muy alto con la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, rumbo al 2024 se han cuestionado muchas acciones del actual Presidente.
La alianza tiene el trabajo más duro que hacer, escoger a quien será su abanderado rumbo a la Presidencia.
En cambio en Morena, para muchos, quien salga de las llamadas “corcholatas” que son los aspirantes como candidatos, se convertiría en la virtual Presidenta o Presidente del País, por lo que tendrá que buscar que en su proceso interno no llegue desgastado.