La guerra
en Ucrania

    El mundo se ha vuelto un poco más peligroso desde que Rusia decidió atacar a Ucrania un pueblo que luchaba por mantener su democracia y que aspiraba a desarrollar su economía, en medio de un entorno peligroso amenazante.

    El mundo se ha vuelto un poco más peligroso desde que Rusia decidió atacar a Ucrania un pueblo que luchaba por mantener su democracia y que aspiraba a desarrollar su economía, en medio de un entorno peligroso amenazante.

    Finalmente, con argumentos falsos y abusando de su fuerza, Rusia ha atacado a Ucrania, con la simple base de su ambición geopolítica, y con miras a expandir su control sobre los antiguos territorios que formaban la Unión Soviética.

    Cuando pensábamos que las guerras convencionales eran algo del pasado, Vladimir Putin, el líder ruso, desempolvó sus tanques de guerra y mandó a miles de soldados a matar ucranianos, un país con un pequeño ejército y sin posibilidades de enfrentar con éxito a la segunda potencia militar del mundo.

    Nadie se atreve a ponérsele enfrente a los rusos, Estados Unidos y Europa se limitan a denunciar y a imponer sanciones económicas contra Rusia, mientras el resto del mundo observamos en directo cómo se destruye a un país independiente.

    La mayor parte del mundo occidental condenó la agresión en contra de Ucrania, solo China se puso de lado, arrastrando a algunos de sus aliados en favor del lado ruso, lo apoyan países que ya por si son mal vistos en occidente, como Venezuela, Irán, su satélite Bielorrusia, y las simpatías de países como Nicaragua y Cuba.

    Había algún temor por la posición del Gobierno mexicano ante la agresión, pero afortunadamente el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y hasta el Presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunciaron en contra de la invasión rusa, poniéndose del lado de los gobiernos democráticos del mundo.

    No hay guerra sin muertos ni sufrimiento, bien haríamos en solidarizarnos con un pueblo que está siendo atacado.