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"EDITORIAL"

"La cerveza fallida"

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24/03/2020

    Editorial

    La noticia de la cancelación de la planta cervecera que estaba en proceso de construcción en Mexicali vuelve a sembrar incertidumbre en el mundo empresarial mexicano.

    La historia del caso contiene los elementos polémicos necesarios para generar un conflicto, incluso la posibilidad de que fuera cancelada se había previsto, pero lo que provoca el malestar de mucha gente es la forma en que se decidió detener el proyecto.

    Al igual que en el caso del famoso aeropuerto de la Ciudad de México, el proyecto de la planta cervecera en Mexicali se canceló gracias a las llamadas “consultas ciudadanas”.

    Hay que entender que la planta ya se encontraba en construcción y cuenta con todos los permisos necesarios, incluso ya se han invertido alrededor de mil 400 millones de dólares en el proyecto.

    Sin embargo, también hay que saber que miles de personas se habían inconformado con la construcción de la planta, debido a la enorme cantidad de agua que demandará su operación, en una zona completamente desértica.

    Para entender la razón por la que se construye una planta de cerveza en Mexicali hay que remontarnos a su historia, donde la cerveza ocupa un lugar muy especial, con una larga tradición de cerveza de gran calidad.

    Finalmente el conflicto ha llegado hasta el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ha permitido que sea a través de una consulta donde se decida el futuro de la cervecería.

    Los empresarios reclaman que esas consultas son manejadas desde el Gobierno de Morena, solo participa un puñado de personas y no tienen ningún sustento legal.

    El asunto es que la 4T se sigue enredando en conflictos sin fin, afectando la economía y creando un ambiente nocivo para los negocios.

    Se vale cancelar un proyecto en favor del bien común, pero hay formas de hacerlo y una consulta sin representación social no lo es.