Editorial
Hablar de una vacuna en contra del Covid-19 es entrar en materia arriesgada, debido a la enorme expectativa que provoca.
Hay que dejar en claro que no existe todavía ninguna, pero que la ciencia realiza esfuerzos nunca antes vistos, si medimos la celeridad y los recursos que se invierten, para tratar de conseguirla.
Según la prestigiosa revista Nature, existen 115 proyectos serios alrededor del mundo, con recursos económicos y científicos capacitados para intentar encontrar la cura en contra de un virus que se ha manifestado como un verdadero reto para la ciencia humana.
De esos 115 proyectos resaltan dos, un esfuerzo chino encabezado por Chen Wei, una personaje en el mundo de la investigación médica y responsable de la primera vacuna en contra del virus del Ébola, en 2014.
Wei es General del Ejército chino y una de las figuras más respetadas en el mundo de la epidemiología. Su vacuna ya se encuentra en la fase 2 de ensayos clínicos, que ampliará el universo de 108 personas que recibieron la vacuna en una primera fase.
La vacuna de Wei es considerado el esfuerzo más serio y con mayores posibilidades de encontrar una cura, además de que cuenta con todo el apoyo del Gobierno chino.
La otra opción de vacuna es una innovadora propuesta en Estados Unidos, encabezada por Moderna Therapeutics y financiado por el Instituto Nacional de Salud.
El esfuerzo estadounidense intenta copiar el código genético del virus para destruirlo, en lugar de introducir en el paciente una versión atenuada del virus, como la mayoría de las vacunas.
A pesar del enorme esfuerzo aún no podemos cantar victoria, la producción de una vacuna en cantidades masivas para vacunar al mundo entero llevaría, por lo menos, un año, así que toca esperar y cuidarnos hasta que podamos contar con ella.