Hablar de armas

    Ir a un foro mundial y poner el dedo en la llaga de una de las grandes problemáticas actuales de la humanidad, las armas, es al menos esperanzador.

    El mensaje de la Presidenta Claudia Sheinbaum en la Cumbre del G-20 no es una cuestión menor.

    Ir a un foro mundial y poner el dedo en la llaga de una de las grandes problemáticas actuales de la humanidad es al menos esperanzador.

    Ciertamente una propuesta que podría parecer no sólo ambiciosa, sino hasta cierto punto ingenua, por las posturas de las grandes potencias del mundo, por lo menos se tenía que decir: la creación de un fondo global que destine el 1 por ciento del gasto militar de los países para financiar el programa de reforestación más amplio de la historia.

    Y el cuestionamiento es legítimo: Cómo es posible que se destine más a armas que a combatir la pobreza o a mitigar el cambio climático.

    “¿Qué está pasando en nuestro mundo que en tan solo dos años el gasto en armas creció casi el triple que la economía mundial? ¿Cómo es que la economía de la destrucción alcanzó un gasto de más de 2.4 billones de dólares? ¿Cómo es que 700 millones de personas en el mundo aún viven por debajo de la línea de pobreza?”, cuestionó la Presidenta de México.

    Precisamente en la sesión de trabajo de la mesa “Lucha contra el Hambre y la Pobreza, en este foro internacional que reúne a los líderes de las 20 economías más fuertes del mundo, Sheinbaum planteó una propuesta interesante y para México es importante luego de venir saliendo de una administración presidencial que poca presencia tuvo fuera de nuestro País.

    “La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”, dijo Sheinbaum.

    Ojalá haya eco en un mundo donde las potencias, principalmente, no frenan la carrera armamentista ni la proliferación de armas entre la población, problema que nos afecta a todos.