Ha muerto un hombre libre

15/04/2025 04:00
    A pesar de la fama, Vargas Llosa nunca dejó de usar el látigo de las letras para hacer estallar su voz en contra de la tiranía, la corrupción y la desigualdad...

    Se pueden decir muchas cosas buenas del escritor peruano Mario Vargas Llosa, pero quizá la más hermosa consista en recordar que siempre actuó desde la libertad.

    Férreo enemigo de las dictaduras latinoamericanas, utilizó su pluma para descargar su descontento en contra de los sátrapas que han gobernado nuestros países, siempre defendiendo la democracia y la libertad de los pueblos.

    Desde Fidel Castro hasta Nicolás Maduro, y de Fujimori a Daniel Ortega, no le tembló la pluma para denunciar en los periódicos del mundo a los tramposos que nos ha tocado sufrir.

    Con México tuvo una especial relación y celebró la caída del régimen priista en el año 2000 como un mexicano más, y los políticos jamás se atrevieron con él.

    Intentó ser Presidente de Perú en 1990, pero sorpresivamente fue derrotado en las urnas por un desconocido, Alberto Fujimori, quien irónicamente se convertiría en un dictador, mientras Vargas Llosa ganaba el Premio Nobel de Literatura.

    Nunca sabremos si Vargas Llosa hubiera sido el Presidente que necesitaba Perú para remediar sus males, lo que sí sabemos es que el escritor peruano, junto con un puñado de escritores nuestro Continente, llevaría las letras de Latinoamérica a su máximo esplendor, en lo que sería llamado el “boom latinoamericano”.

    A pesar de la fama, Vargas Llosa nunca dejó de usar el látigo de las letras para hacer estallar su voz en contra de la tiranía, la corrupción y la desigualdad, esos males latinoamericanos que no conseguimos dejar atrás, a pesar de que nuestra tierra sigue pariendo a hombres libres y valientes, condenados a ser testigos de una historia que hubieran querido cambiar.