El maíz, otra vez

    Sin duda algo de razón deben tener los productores que protestan para reclamar precios justos, pero también, razones hay de parte de quienes han tomado los acuerdos para fijar un precio base para pagar la producción de maíz. La salida, como se ha encontrado siempre, debe estar basada en el diálogo y con la disposición de todos los involucrados para que haya certeza en el campo, que la necesita.

    En medio de la crisis que se vive por la falta de agua en gran parte del País, el sector agrícola también enfrenta otros problemas, como el relacionado con la comercialización de granos, como ocurre en Sinaloa con relación al maíz.

    Cada año, los productores demandan que se garantice un precio que les permita que la actividad sea rentable y en ocasiones, como se repite en este 2024, los acuerdos no les son suficientes.

    Apenas la semana pasada, autoridades de Sinaloa, del Gobierno federal y productores agrícolas anunciaron un precio de 5 mil 457 pesos por tonelada del maíz blanco, que se aplicaría en general para todos los agricultores del País.

    Sin embargo, hay un sector que no se encuentra conforme con la decisión y ha decidido de nuevo salir a protestar y lo han hecho tomando, por ahora, la caseta de cobro en Costa Rica, al sur de Culiacán, pero advierten que se extenderá hacia otras regiones de Sinaloa.

    El tema agrícola se ha convertido en un actividad en la que ronda la incertidumbre, primero por las condiciones climatológicas, con poca agua almacenada en la presa para atender la demanda de sus cultivos.

    Y aunado a ello, el tema de la comercialización, donde los productores reclaman precios que les dé certeza a sus producciones.

    Y definir esos precios que les aseguren los rendimientos suficientes en la comercialización requiere de varios factores, desde los insumos que se necesitan para la producción hasta las condiciones del mercado internacional que incide el volumen y precios de venta.

    Sin duda algo de razón deben tener los productores que protestan para reclamar precios justos, pero también, razones hay de parte de quienes han tomado los acuerdos para fijar un precio base para pagar la producción de maíz.

    La salida, como se ha encontrado siempre, debe estar basada en el diálogo y con la disposición de todos los involucrados para que haya certeza en el campo, que la necesita.

    Y esa salida solo podrá encontrarse si cada parte pone voluntad para que el conflicto tenga un final satisfactorio para todos.