Este domingo ha sido el día más violento del año, con 115 asesinatos comprobados en el territorio nacional, la cifra muestra de manera clara que la violencia continúa al alza, específicamente desde febrero.
La cifras las dio a conocer el Gobierno federal, no la Oposición, ni un medio de comunicación, son cifras oficiales, así que no hay para dónde hacerse, el discurso no puede contra los hechos.
Una de las grandes promesas de campaña del actual Presidente Andrés Manuel López Obrador fue combatir la inseguridad en cada uno de los rincones del País, incluso prometió diversas estrategias que coronó con la posibilidad de la amnistía, un cambio profundo de las policías federales y muchos, muchos abrazos en lugar de balazos.
Tres años después, la amnistía no ha llegado, los policías federales continúan siendo los mismos salvo que ahora se llaman Guardia Nacional y portan un uniforme diferente, y los abrazos no han conseguido contener la lluvia de balas.
El problema sigue siendo el mismo, debajo de las capas sociales o entre ellas, se mueve el enorme y sustancioso negocio del narcotráfico y sus derivados, lease extorsión, secuestro, trata de blancas, contrabando y un sinnúmero de otras actividades ilícitas.
Y mientras no se eliminen las condiciones de estos negocios, no habrá policía capaz de apagar el ruido de las balas, finalmente el gran negocio encuentra una base fértil en una economía en crisis permanente.
¿Cuál es el día más violento? Dicen los números que en este año fue el pasado domingo, dicen las víctimas que el día que conocieron la desdicha de la violencia.
El asunto de fondo sigue siendo ¿cuándo vamos a iniciar la verdadera lucha por terminar con las condiciones que permitan que siga la violencia en las calles?
Por lo pronto no se ve ningún indicio de un posible cambio.