En la semana, un juez federal halló evidencia suficiente para vincular a proceso a un joven que amenazó de manera insistente a periodistas y directivos de la revista Espejo.
La decisión del juez toma relevancia en un contexto en que el periodismo sufre ataques a diario, sobre todo en tiempos electorales, de quienes pretenden mandar en las agendas de los medios de comunicación y hasta la manera de abordar los temas.
Los políticos, según sus intereses, toman a cual o tal medio para arengar a sus seguidores, respaldar sus críticas o ataques a los partidos o a los gobiernos, y se quejan de quienes no comparten sus ideas o critican sus actividades.
Jean Albert Hootsen, periodista y representante en México del Comité para Protección de Periodistas, un organismo internacional de apoyo, estuvo este fin de semana en Guasave para acercarse a los medios y trabajadores locales, además de que también se invitó a los defensores de derechos humanos del norte del estado.
En un taller de cuatro horas, recordó cómo México es el país más peligroso para hacer periodismo, sin que haya un conflicto armado a gran escala, y mucho de este riesgo, como ya se sabe, tiene qué ver con la clase política y el crimen organizado.
La vinculación a proceso sienta un antecedente para entender que no compartir sus ideas o respaldar sus intenciones es motivo para amenazas y un recordatorio para quienes dudan de que se castiguen estos comportamientos.
No se mata la verdad matando o amenazando periodistas.