Comienza la lucha

01/04/2022 04:00
    Ahora, el hecho de que se identifiquen las zonas con mayor problemática en Sinaloa no resuelve el problema, comienza aquí el verdadero trabajo, la estrategia para enfrentar, contener y evitar la violencia en contra de las mujeres. El reto no es minúsculo, siglos de machismo exacerbado, de sometimiento obligado de las mujeres y de complacencia del resto de la sociedad deben de ser arrancados de cuajo y crear la infraestructura que evite que esto se repita.

    La lucha en contra de la violencia de la mujer en Sinaloa comienza a rendir frutos, pocos, pero por lo menos ya es una discusión pública, se ha elegido a una responsable de dirigir el esfuerzo a una luchadora social y la sociedad en su conjunto hace eco de lo que antes solo era silencio.

    El anuncio de la titular de la Secretaría de las Mujeres, Tere Guerra, de que han detectado los lugares con mayor índice de violencia en contra de las mujeres sinaloenses es un paso en la dirección correcta, un cambio en el discurso y la mejor manera de enfocarse en el problema.

    En el pasado, las autoridades escondían las cifras debajo de la alfombra, se invertía poco y mal, y ¡vaya!, el organismo encargado de luchar en contra de una de las taras sociales más graves de los sinaloenses era una limitada dirección, y hoy es una secretaría.

    Los números de la violencia apuntan al sur de Culiacán, al Centro de Mazatlán y a Villa Unión como algunos de los focos rojos de este tipo de violencia, una de las más dolorosas y vergonzosas de una sociedad.

    El trabajo del diagnóstico es la base de cualquier búsqueda de solución de un problema, si ni siquiera entendemos la enfermedad, es prácticamente imposible erradicarla.

    Ahora, el hecho de que se identifiquen las zonas con mayor problemática en Sinaloa no resuelve el problema, comienza aquí el verdadero trabajo, la estrategia para enfrentar, contener y evitar la violencia en contra de las mujeres.

    El reto no es minúsculo, siglos de machismo exacerbado, de sometimiento obligado de las mujeres y de complacencia del resto de la sociedad deben de ser arrancados de cuajo y crear la infraestructura que evite que esto se repita.

    Ojalá que la nueva Secretaría cuente con los recursos y la voluntad necesaria para provocar un cambio en Sinaloa, que nos lleve a todos a superar uno de sus peores males.