Editorial
Si algo se ha mantenido estable en la economía del País, es en su mayoría las actividades primarias. Si por alguna razón los indicadores no han caído más, es porque ese sector, el de la producción básica, todavía sigue funcionando, a pesar de la crisis.
Y el campo es su principal protagonista. A pesar de los recursos en el presupuesto o en los cambios de los programas o en las modificaciones en la forma de asignación, el campo mexicano sigue produciendo y por eso, los productores agrícolas, como en Sinaloa, piden mayor atención.
Porque a diferencia de sus socios comerciales, las medidas de protección a la producción agrícola en México son más frágiles y no son suficientes para que todos aquellos que cultivan sigan haciéndolo si no cuentan con ese tipo de apoyos.
Y por eso, es que ahora, los productores agrícolas, reclaman que el Gobierno cumpla al menos con la palabra empeñada, el de asegurar que la producción tenga un precio de garantía mínimo que les permita tener la autosuficiencia necesaria.
En Sinaloa, los productores de nuevo salieron a las carreteras para demostrar su descontento, ante la falta de certeza de que se cumplirá con el acuerdo establecido con las autoridades, de tener un precio garantizado de 4 mil 150 pesos por tonelada de maíz que se produzca. El Gobierno federal ha dicho que así se hará, pero lo ofrecido hasta ahora no llega a ese precio.
Sí, aunque la producción agrícola sea tan básica, ha sido en momentos de crisis como la que ha marcado este año cuando ayuda a que la economía no se deteriore más de lo que ha registrado.
Las actividades primarias necesitarán del apoyo del Gobierno para seguir produciendo alimentos y el Gobierno necesita de un sector primario fuerte que garantice esa autosuficiencia alimentaria.
Sí, podrán observarse muchas de las cosas malas que se hicieron en el pasado, pero el campo continúa necesitando de la mano del Estado para estar en condiciones de seguir produciendo. Y deberán hacerlo.
