No fue una sorpresa para nadie que los dirigentes de los partidos políticos en Sinaloa hayan quedado en las listas de diputaciones plurinominales para formar parte de la 65 legislatura del Congreso del Estado.
No fue una sorpresa porque supimos que se registraron en los primeros lugares de las listas propuestas para los cargos de representación proporcional, que se sabe desde antes son los más seguros que hay después de un proceso y la jornada electoral.
La representación proporcional, plurinominal o pluri, como se le conoce, es una figura utilizada en cargos legislativos en México para garantizar una distribución de ideologías políticas igualitaria en la conformación de los congresos locales, el federal y también el Senado.
En todos los casos de cargos plurinominales no son votados por la ciudadanía, sino que son elegidos por los partidos políticos y alcanzan una curul depende del número de votos sumados por sus partidos el día de las elecciones.
En este caso, los líderes a nivel estatal de los partidos Movimiento Ciudadano, Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional y Partido Sinaloense recibieron ayer la noticia formal que ya garantizaron su lugar en el Congreso de Estado.
Este ejemplo es el más claro de la frase popular “llevar agua a su molino”, después de que los líderes tuvieron una participación activa en el proceso electoral, pero está claro que no como los operadores políticos o los mismos candidatos.
También es un ejemplo que se puede usar para modificar la frase aplicable de que nadie sabe para quién trabaja, porque en este casi todo mundo sabíamos.
En el caso del PAN, Roxana Rubio Valdez se amarró con el número uno de cuatro; Paola Gárate como número uno también de los cuatro del PRI, el Movimiento Ciudadano registró a Sergio Torres en el número dos, de dos que pasaron y el Partido Sinaloense también con el número dos a Víctor Corrales Burgeño, también de dos obtenidos.