Periodismo en tiempos convulsos: desafíos 2025

29/12/2024 04:00
    Resistir, podría ser la palabra que resuma lo esencial de los últimos meses para la sociedad sinaloense y para los que vemos muy de cerca los hechos violentos. Y debemos asumir que podría ser esa misma palabra la clave para por lo menos el primer semestre del año, que es lo mínimo que podría durar esta ola violenta. Si no es que más, mucho más.

    Hoy, al escribir el último artículo del presente 2024, es imposible sustraernos del contexto de un año complicado para todos, pues el tema de la seguridad vino a marcarlo como uno de los más violentos de la historia moderna.

    Inmersos por completo en esa temática, desde el periodismo es imposible dejar de lado dicha característica de estos últimos meses, y, desgraciadamente, de los que vienen.

    Y aunque es la época en que nos debemos detener un momento a propósito del fin de año y el arranque de otro, revisar lo realizado y los retos a cumplir en el próximo, la verdad es que pudiera ser que el agobio nos gana y hasta nos derrota por momentos.

    Y es que usualmente para todos, y desde el periodismo no somos la excepción, estos periodos de cierre de ciclo y abrir otro siempre son un buen motivo para evaluar lo hecho y confrontar los desafíos de lo que viene.

    Sin embargo, en la actualidad es bastante complicado este análisis porque la realidad se nos impone y nos empuja a prácticamente irnos adaptando según cómo van transcurriendo los hechos.

    Resistir, podría ser la palabra que resuma lo esencial de los últimos meses para la sociedad sinaloense y para los que vemos muy de cerca los hechos violentos. Y debemos asumir que podría ser esa misma palabra la clave para por lo menos el primer semestre del año, que es lo mínimo que podría durar esta ola violenta. Si no es que más, mucho más.

    No queremos ser aves de mal agüero, pero es lo que la experiencia nos dice y lo señalan los expertos: aún cuando en este momento se “solucionara” el conflicto de una manera u otra, tardaríamos el doble de tiempo en volver a estabilizarnos como sociedad. Así que por lo pronto debemos, no resignarnos, pero sí prepararnos para lo que continuará este 2025, en nuestro caso, lo haremos desde nuestro trabajo en el periodismo.

    Cuando concluía la pandemia, los expertos nos alertaban de que las audiencias estaban cansadas, exhaustas por el vendaval de información, sobre todo negativa, que se mantuvo durante todo ese tiempo.

    Y ciertamente este momento es igual para nosotros. Sabemos que nuestras audiencias, nuestros lectores, pueden estar agotados de tanta información de hechos violentos en la entidad.

    En ese tiempo final de la pandemia, el Digital News Report 2023, del Instituto Reuters, mantenía la conclusión: “las personas están agotadas de las noticias”.

    Ello, precisaba, “pone al periodismo frente a un reto: aprender a comunicar las noticias, incluso las más duras y necesarias, de formas lo más amenas posibles y teniendo en cuenta el cansancio de las audiencias”.

    Claro que el escenario es diferente y la información de violencia es imposible publicarla de manera amena, sin embargo, nosotros pensamos que aquí la palabra amena podría sustituirse por “prevención”, por “aplicación de la justicia”, por “fomento a la legalidad”, por “construcción de paz”.

    Y ese es nuestro principal desafío y al mismo tiempo nuestro objetivo: Continuar nuestro trabajo de informar sobre lo que ocurre en nuestro estado de manera responsable.

    Nuestros compromisos para este año los refrendamos sobre todo en:

    - Compromiso con la ética, el profesionalismo y la independencia.

    - Combatir lo más que se pueda la desinformación y la proliferación de noticias falsas.

    - Buscar ángulos de prevención dentro de la ingente información relacionada con la inseguridad y la violencia.

    - Tratar a las víctimas con respeto y sensibilidad en nuestros textos, fotografías y videos.

    - Experimentar con nuevos formatos narrativos que lleguen a nuevas audiencias.

    - Hacer uso del periodismo explicativo, para no solo enterar del fenómeno de la violencia sino tratar de llegar a su análisis y comprensión, en aras de que nos sirva para combatirlo.

    - Seguir los procesos informativos con datos duros que no dejen lugar a dudas en cuanto a lo que ocurre.

    Estos son nuestros compromisos y al mismo tiempo nuestros desafíos para este nuevo año.

    No es éste el primer inicio de año en que establecemos nuestros propósitos con los lectores, lo hemos hecho antes y los cumplimos a cabalidad, o por lo menos luchamos hasta lo imposible por cumplirlos.

    Y en este arranque rumbo a 2025, pese al panorama que pinta para los meses próximos, lo hacemos de nuevo: Nuestro compromiso y nuestra disposición total es para con nuestros lectores.

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