En el periodismo podríamos decir que hay tres grandes áreas de cobertura y publicación de contenidos: la información dura, que le damos por llamar Hard News; la información de espectáculos y cultura, que podría denominarse información suave, blanda o Soft News, y el periodismo deportivo.
Por supuesto que entre esas tres grandes divisiones hay muchos contenidos que se entrecruzan, y que pueden ser mezclados de algunas de esas grandes categorías, o que pueden estar en la línea de ambos o no muy clara su categoría.
En realidad estos son términos muy internos de los periodistas, de los medios en sí, que nos sirven no sólo para delimitar contenidos, sino para organizar áreas y equipos de trabajo, así como espacios específicos en el ejemplar impreso y en el propio sitio web.
Hoy queremos plantear algunos puntos relacionados con el periodismo de espectáculos, que es el relacionado con la música, el cine y la televisión, principalmente. Y lo hacemos sobre todo aprovechando una nota de esta semana que recién concluyó y que tuvo una muy buena lectoría.
Se trata de la nota “Belinda sube al escenario en pleno concierto de Nodal”, que subimos a nuestro sitio web el jueves 16 de septiembre.
Sí, lo sabemos, es una nota bastante banal y “light”, pero a final de cuentas una nota de un tema que a la gente le gusta. Y los números no nos dejan mentir.
Hasta ayer en la mañana tenía una lectoría de 103 mil 186 y acaparaba prácticamente el 20 por ciento del tráfico de los últimos días en nuestro sitio.
A nosotros también nos sorprende. No crea.
De hecho este cantante en específico tiene mucho arrastre en internet y las redes sociales, tan es así que una nota sobre él de noviembre del año pasado, titulada “Ángela Aguilar y Christian Nodal estrenan dueto y desatan memes” ha sido récord de visitas al sitio de Noroeste. Tuvo 293 mil 947 clics.
¿Por qué? Asumimos que en ambos casos se conjuntan varios factores: obvio, la popularidad del cantante, pero también el “timing”, el subirla primero y bien. Que es cuando se llega a hacer viral.
Y aunque ciertamente en Noroeste no le apostamos de ninguna manera a la viralidad, de vez en cuando aparecen contenidos como estos que a final de cuentas suman clics, aún cuando a los periodistas o lectores más exigentes podría no gustarles.
En sí, para nosotros el periodismo de espectáculos, o de entretenimiento, es tratado con el mismo rigor que todo nuestro contenido.
Siempre estamos cuidando no caer en el amarillismo, en la banalidad excesiva, en el morbo o el mal gusto, por supuesto, mucho menos falsear o alterar situaciones, chismes, o información en general que no esté corroborada, aún y cuando se trate de noticias de la farándula.
El periodismo de entretenimiento no tiene por qué estar peleado con la ética, al contrario, es quizá donde más se necesita.
El Consultorio Ético de la Fundación Gabo señala claramente: “En cualquier tema el periodismo puede ser de excelencia y, por tanto, ético. La pregunta, en consecuencia, es: ¿cómo puede ser excelente el periodismo de espectáculos? Ese periodismo tiene sus características: Ha de ser un periodismo de servicio al lector, y no un periodismo comercial, o de notas de promoción de espectáculos, de cantantes, o de actores o actrices. La excelencia se encuentra por el lado del servicio al lector. Ha de ser un periodismo que dignifique al lector; esto es, que sirva y estimule su inteligencia y no su curiosidad o su morbo”.
Y continúa: “Estos dos principios plantean la necesidad de un periodismo que les aporte a los lectores elementos para la crítica con los que ellos puedan determinar por qué es bueno o malo un espectáculo, un actor, un argumento, un concierto. El espectáculo deja de ser un fin y se convierte en una oportunidad para aprender, para afinar la sensibilidad estética, para disfrutar lo bello y armonioso; para el periodista llega a ser una coyuntura propicia para investigar y enseñar mediante la información”.
Aquí, para nosotros, estos objetivos se buscan llevando un equilibrio en Soft News o periodismo de entretenimiento, ¿cómo tratamos de equilibrar? incluyendo siempre periodismo cultural, que afortunadamente en nuestro estado no falta: de manera constante hay conciertos, exposiciones, espectáculos de danza, obras de teatro y demás manifestaciones de arte que promovemos y publicamos en nuestras plataformas y ejemplar impreso.
De hecho, podría decirse que este tipo de notas más culturales tienen poca lectoría en nuestras plataformas digitales, pero no por eso vamos a dejar de cubrir esos eventos y mucho menos dejaríamos de publicarlos.
El periodismo cultural se hace no sólo pensando en el lector, sino pensando en el artista, en apoyar su obra, su carrera, su crecimiento, pues sabemos que el arte, sobre todo las bellas artes, siempre serán un cimiento para la formación y desarrollo de una sociedad.
El periodismo de entretenimiento, que puede ser de espectáculos o farándula, pero también cultural o social, e incluso deportivo, es una de las bases del periodismo en general y como tal, siempre será vital en nuestras páginas y plataformas.
El lector se informa básicamente de tres vertientes: de lo que rompe el status quo (que vienen siendo casi siempre las noticias duras o Hard news), lo que le es útil (finanzas, servicios públicos, vida y salud, etc.) y lo que le entretiene.
Y esto último, el entretenimiento, aunque puede decirse que es para que la gente pase el rato, que puede ser muy light, en realidad lleva siempre una carga muy emocional y ahí es donde radica su dificultad para nosotros como periodistas: apelar a las emociones sin caer en el amarillismo, en el morbo o la manipulación, ahí está la clave.