Avergonzados y muy apenados comparecemos antes ustedes nuestros lectores y nuestras fuentes: cometimos el pecado capital de subir a nuestro sitio información sin confirmar con fuentes confiables.
Tal vez poco podemos hacer para demostrar lo que lo lamentamos, sobre todo porque la información fue dolorosa para una familia en particular, pero nuestro deber es exponer los hechos y tratar de explicarlos, no justificarlos, porque no hay justificación válida en casos como estos:
El domingo pasado, alrededor del mediodía, recibimos información de una fuente relativamente confiable sobre el presunto fallecimiento de la señora Rosalía Camacho de Aguilar, de quien ya sabíamos desde días antes que se encontraba muy delicada de salud. Usualmente en casos como estos, y como debe ser, confirmamos la información con más fuentes, sobre todo allegadas o directamente relacionadas con los hechos. En esta ocasión, incumpliendo totalmente los principios del periodismo y nuestros propios principios éticos, subimos a nuestro sitio la nota del fallecimiento sin confirmarlo con más fuentes.
Tan solo unos minutos después de haberlo publicado, nos alertaron de lo erróneo de la información, por lo que de inmediato eliminamos la publicación y subimos otra nota disculpándonos e informando que el estado de salud de la ex presidenta del DIF Sinaloa era delicado pero estable.
Además de reiterar aquí nuestras disculpas para la familia, y extenderles nuestro pésame, también nos disculpamos de nuevo ante nuestros lectores: reiteramos lo apenados que nos sentimos ante esta falta, que va totalmente en contra de nuestro estilo de trabajar.
Al día siguiente, cuando se dio el fallecimiento, trabajamos un perfil de la señora Rosalía y lo publicamos en nuestro portal y en el ejemplar impreso del miércoles, para recordar su paso por el DIF Sinaloa, y, como solemos hacerlo con personas destacadas, recordar su trayectoria.
Descanse en paz, la señora Rosy, como se le conocía.
Imágenes violentas
Cuando creemos que ya nada nos va a sorprender en cuanto a hechos violentos en México, llega uno como el del sábado 5 en el estadio de futbol de Querétaro para gritarnos a la cara que siempre puede haber algo más en nuestro País.
En este caso en especial, como hacemos de manera constante con otros similares, sacamos a relucir nuestros lineamientos de información relacionada con la violencia y el tratamiento que nosotros le damos en nuestras páginas, impresas y digitales.
Sobre todo para regirnos en función de lo que hemos establecido en el tratamiento de imágenes de violencia, que en este hecho, como en tantos otros, circularon muchísimo a través de redes sociales y a través de muchos medios de comunicación.
En nuestros criterios titulados Responsabilidad frente a la violencia: Cobertura y publicación responsable de la información relacionada con inseguridad y delincuencia organizada, que elaboramos en 2010 y dimos a conocer en 2011, establecimos, entre otros puntos, uno relacionado con las imágenes:
“Somos especialmente cuidadosos y rigurosos con la selección de fotografías, cuidando que las imágenes no sean ofensivas para el lector al ser esencialmente violentas o aquellas donde la sangre es la protagonista principal”.
Y en esta ocasión, con la violencia que se dio en el Estadio La Corregidora fuimos especialmente cuidadosos de no replicar ni fotos ni videos, por considerarlos explícitamente violentos.
Como tal vez recuerde, porque ya lo hemos dicho, en Noroeste establecimos desde 2011 estos criterios, en medio de la ola de violencia de esos años, nunca antes vista en el País, y ante la necesidad de reforzar la responsabilidad de nuestras publicaciones.
“En Noroeste lo tenemos claro: la violencia existe, tenemos que decirlo, la autocensura no es la decisión acertada para una publicación responsable, no se puede evadir la responsabilidad periodística, pero ésta tampoco puede ser un escudo para publicar irresponsablemente información que haga apología de la violencia o fomente la ilegalidad”, es la premisa de nuestros lineamientos.
Estos criterios nos sirven para tener claridad nosotros como editores a la hora de tomar decisiones, y a la vez para explicar a nuestros lectores cómo trabajamos al respecto y por qué. Si usted, lector, tiene curiosidad por consultar estos criterios, se encuentran en nuestro sitio web dentro del apartado de Código de Ética. https://www.noroeste.com.mx/codigo-etica