Dicen por ahí que cuando haces el bien no se debe andar pregonando, sino al contrario, se debe ser discreto y no andar publicitando los buenos actos... pero en este caso específico nosotros diferimos y por todo lo alto publicitamos con orgullo los resultados de nuestra campaña anual Sé un Rey Mago.
Ayer precisamente culminó la de esta temporada 2023-2024. Y culminó precisamente con la entrega de juguetes y regalos en colonias vulnerables tanto de Mazatlán como de Culiacán.
Sendas campañas las iniciamos a principios de diciembre y durante un mes estuvimos publicando historias de pequeños culiacanenses o mazatlecos que nos compartían sus sueños de vida y sus deseos para los Santos Reyes.
No fue un año sencillo, al igual que los últimos, pues la llegada de juguetes ya no es tan masiva como en años anteriores.
En Mazatlán, por ejemplo, casi desde el inicio llegó una dotación de ocho bicicletas, por parte de una sola persona, un abogado que siempre nos apoya, lo que nos dio un buen augurio, sin embargo, en el mes en sí ya no llegó otra donación similar.
Tuvimos que meter acelerador los últimos días con lectores, anunciantes y empresarios aliados para lograr reunir lo pedido por los pequeños, sobre todo bicicletas.
En Culiacán usualmente se dificulta menos la recaudación, porque los donativos llegan en mayor cantidad, pero este año sí se percibió una disminución, aunque ligera y no afecta tanto porque en la capital siempre nos llega mucho más de lo solicitado por los niños.
Esta campaña institucional, la más representativa por los años que tenemos haciéndola, siempre nos deja aprendizajes, sobre todo por las historias conmovedoras que surgen.
Por ejemplo, una niña pidió que su papá le mandara un regalo. Pero el detalle es que su papá, nos contó, está en el cielo y trabaja “haciendo nubes”. Así que a esta pequeña huérfana de la pandemia de Covid le llevamos hasta una invasión en la periferia de Mazatlán los juguetes que pidió.
Otro pequeño también huérfano de padre, y que precisamente es su cumpleaños el 6 de enero, pidió un pastel, porque nunca ha tenido uno, y no solo eso, sino que pidió que nos quedáramos a festejar con él, pues nunca ha tenido una fiesta de cumpleaños.
Y uno más, también huérfano de padre, pidió un dron porque su sueño es ver cómo vive su papá en el cielo. Una solicitud un tanto inusual, pues no es sencillo conseguir que donen un dron, sobre todo por el costo, pero aún con lo difícil que es, sí se logró.
Así que poco a poco, durante un mes estuvimos recolectando los juguetes para las historias publicadas, y algunos casos adicionales no publicados.
Se juntaron no solo juguetes, sino también ropa nueva, balones, dulces, pasteles y hasta guantes de boxeo que pidió un pequeño aspirante a boxeador.
Dato importante es que la mayoría de la gente que dona no desea que aparezca su nombre ni que se tomen fotos cuando traen los donativos, es decir, prefieren hacerlo de manera anónima, y eso lo respetamos.
Pero sobre todo agradecemos la solidaridad siempre presente de nuestros lectores y anunciantes, que nunca nos fallan, e incluso responden de última hora para ayudarnos a completar los pedidos.
Ayer las caravanas de Noroeste en Culiacán y Mazatlán visitaron las zonas vulnerables de donde se publicaron las historias e hicieron entrega de los paquetes. Hoy usted verá esas publicaciones donde consignamos la entrega, pues para nosotros es un modo de evidenciar el trabajo realizado y el deber cumplido, sobre todo porque los donantes confían en nosotros y en que su donativo va a llegar a su destino.
Así que publicitamos lo acontecido como agradecimiento y evidencia para los donantes, pero también para que todos esos pequeños se vean reflejados de manera positiva en nuestras páginas.
Vestirse de Rey Mago desde Noroeste es un honor y ayer varios de nuestros periodistas y compañeros lo hicieron. De hecho en Culiacán fueron precisamente nuestros reporteros más nuevos los que fueron vestidos y caracterizados para entregar los juguetes. Una experiencia valiosa que nos interesa que sea parte del aprendizaje y la conexión con la comunidad que aspiramos a tener.
Hoy, un día después del Día de Reyes, podemos decir con orgullo y satisfacción que, pese a las vicisitudes propias de una época difícil y de crisis, contamos con el apoyo incondicional de lectores, anunciantes y aliados que hicieron posible decir un año más que cumplimos con los niños necesitados.
Muchas gracias.
Dicen por ahí que cuando haces el bien no se debe andar pregonando, sino al contrario, se debe ser discreto y no andar publicitando los buenos actos... pero en este caso específico nosotros diferimos y por todo lo alto publicitamos con orgullo los resultados de nuestra campaña anual Sé un Rey Mago.
Ayer precisamente culminó la de esta temporada 2023-2024. Y culminó precisamente con la entrega de juguetes y regalos en colonias vulnerables tanto de Mazatlán como de Culiacán.
Sendas campañas las iniciamos a principios de diciembre y durante un mes estuvimos publicando historias de pequeños culiacanenses o mazatlecos que nos compartían sus sueños de vida y sus deseos para los Santos Reyes.
No fue un año sencillo, al igual que los últimos, pues la llegada de juguetes ya no es tan masiva como en años anteriores.
En Mazatlán, por ejemplo, casi desde el inicio llegó una dotación de ocho bicicletas, por parte de una sola persona, un abogado que siempre nos apoya, lo que nos dio un buen augurio, sin embargo, en el mes en sí ya no llegó otra donación similar.
Tuvimos que meter acelerador los últimos días con lectores, anunciantes y empresarios aliados para lograr reunir lo pedido por los pequeños, sobre todo bicicletas.
En Culiacán usualmente se dificulta menos la recaudación, porque los donativos llegan en mayor cantidad, pero este año sí se percibió una disminución, aunque ligera y no afecta tanto porque en la capital siempre nos llega mucho más de lo solicitado por los niños.
Esta campaña institucional, la más representativa por los años que tenemos haciéndola, siempre nos deja aprendizajes, sobre todo por las historias conmovedoras que surgen.
Por ejemplo, una niña pidió que su papá le mandara un regalo. Pero el detalle es que su papá, nos contó, está en el cielo y trabaja “haciendo nubes”. Así que a esta pequeña huérfana de la pandemia de Covid le llevamos hasta una invasión en la periferia de Mazatlán los juguetes que pidió.
Otro pequeño también huérfano de padre, y que precisamente es su cumpleaños el 6 de enero, pidió un pastel, porque nunca ha tenido uno, y no solo eso, sino que pidió que nos quedáramos a festejar con él, pues nunca ha tenido una fiesta de cumpleaños.
Y uno más, también huérfano de padre, pidió un dron porque su sueño es ver cómo vive su papá en el cielo. Una solicitud un tanto inusual, pues no es sencillo conseguir que donen un dron, sobre todo por el costo, pero aún con lo difícil que es, sí se logró.
Así que poco a poco, durante un mes estuvimos recolectando los juguetes para las historias publicadas, y algunos casos adicionales no publicados.
Se juntaron no solo juguetes, sino también ropa nueva, balones, dulces, pasteles y hasta guantes de boxeo que pidió un pequeño aspirante a boxeador.
Dato importante es que la mayoría de la gente que dona no desea que aparezca su nombre ni que se tomen fotos cuando traen los donativos, es decir, prefieren hacerlo de manera anónima, y eso lo respetamos.
Pero sobre todo agradecemos la solidaridad siempre presente de nuestros lectores y anunciantes, que nunca nos fallan, e incluso responden de última hora para ayudarnos a completar los pedidos.
Ayer las caravanas de Noroeste en Culiacán y Mazatlán visitaron las zonas vulnerables de donde se publicaron las historias e hicieron entrega de los paquetes. Hoy usted verá esas publicaciones donde consignamos la entrega, pues para nosotros es un modo de evidenciar el trabajo realizado y el deber cumplido, sobre todo porque los donantes confían en nosotros y en que su donativo va a llegar a su destino.
Así que publicitamos lo acontecido como agradecimiento y evidencia para los donantes, pero también para que todos esos pequeños se vean reflejados de manera positiva en nuestras páginas.
Vestirse de Rey Mago desde Noroeste es un honor y ayer varios de nuestros periodistas y compañeros lo hicieron. De hecho en Culiacán fueron precisamente nuestros reporteros más nuevos los que fueron vestidos y caracterizados para entregar los juguetes. Una experiencia valiosa que nos interesa que sea parte del aprendizaje y la conexión con la comunidad que aspiramos a tener.
Hoy, un día después del Día de Reyes, podemos decir con orgullo y satisfacción que, pese a las vicisitudes propias de una época difícil y de crisis, contamos con el apoyo incondicional de lectores, anunciantes y aliados que hicieron posible decir un año más que cumplimos con los niños necesitados.
Muchas gracias.