Sembrando el éxito: por qué la experiencia externa de los sucesores puede dar frutos en tu empresa familiar

    “Los retos te hacen descubrir cosas sobre ti mismo que ni siquiera conocías. Estos son lo que hacen al mecanismo flexible, lo que te hace ir más allá de la norma”. Cicely Tyson
    Los fundadores y líderes de una organización saben que el éxito no se alcanza de la noche a la mañana y deben tener esta misma paciencia para sentar las bases de una sucesión exitosa

    A lo largo de mi experiencia profesional asesorando empresas familiares, considero que el tema que más preocupa a sus líderes es la sucesión. Cuando ese momento se acerca surgen mil preguntas: ¿quién es el sucesor ideal?, ¿la empresa debe dar continuidad a lo hecho anteriormente?, ¿es posible que haya un cambio de rumbo?, ¿el sucesor estará a la altura de las circunstancias?

    Por supuesto, se trata de un momento trascendental para dar continuidad al legado de una empresa y de una o varias familias y, por ello mismo, se requiere un plan inteligente para llevarlo a buen puerto. Los fundadores y líderes de una organización saben que el éxito no se alcanza de la noche a la mañana y deben tener esta misma paciencia para sentar las bases de una sucesión exitosa, como lo observa con sabiduría la siguiente fábula:

    Érase una vez un padre y un hijo que recorrían un sendero caminando. El más joven comía una cereza y, al terminarla, arrojó el hueso a la orilla del camino. Con toda paciencia, su padre tomó la semilla y la plantó en una zona donde había tierra más fértil. El muchacho no encontró mucho sentido a la acción de su padre. Tiempo después, ambos pasaron por el mismo lugar y había ya un pequeño tallo de un cerezo. El padre se detuvo a regar el retoño y su hijo le dijo: “Padre, creo que estás perdiendo tu tiempo en algo insignificante”. Años más tarde, cuando el joven se convirtió en adulto, recorrió el mismo camino en un día caluroso y tenía mucha sed. Llegó al lugar donde su padre cuidó de aquel insignificante hueso de cereza y observó un gran cerezo lleno de frutos, el cual lo refrescó con su sombra y con sus frutos. En ese momento comprendió la sabiduría de las acciones de su padre.

    El proceso de sucesión debe ser como la acción diligente del padre de la fábula: hecha con paciencia, conscientes de que no se logrará tener frutos de manera inmediata, pero sabiendo que cada acción será parte importante para alcanzar un objetivo. En esta ocasión, quiero compartir algunos elementos claves sobre un aspecto importante del proceso de sucesión: la experiencia profesional de los sucesores fuera de la empresa familiar.

    Una red de seguridad

    Cuando una organización comprende la trascendencia de hacer de la sucesión un proceso inteligente y cuidado, sabe que la experiencia de los líderes y de cada integrante del equipo de trabajo puede aportar nociones importantes que guíen al nuevo líder. Todo debe iniciar con la elección de los candidatos, haciendo del conocimiento de ellos y de los colaboradores el proceso que se está siguiendo, para que sea un momento de crecimiento, dándoles la confianza necesaria en sus primeros pasos. Este diagnóstico inicial permite a los aspirantes, y a la organización, conocer su potencial, las habilidades más desarrolladas, así como las áreas de oportunidad que debe fortalecer con miras al futuro.

    Esta idea puede sonar contradictoria si entendemos que, una recomendación importante en este seguimiento a los sucesores es la experiencia profesional fuera de la empresa. Sin embargo, todo cobra sentido si sabemos que el objetivo es que cualquier sucesor sea capaz de afrontar retos fuera de un entorno donde sabe que está protegido por el entorno familiar. Esto le brindará la oportunidad de recorrer entornos diferentes, de conocer sus propios alcances, de forjar una identidad y un carácter que, probablemente, dentro de la propia organización no pudiera florecer por completo. La semilla de cereza no fue un árbol desde el primer día, necesitó de un crecimiento gradual para llegar a serlo. De la misma forma, el brindar oportunidades y responsabilidades mayores a los sucesores les dará las herramientas para afrontar el liderazgo de una organización por sí mismos.

    El mundo de los negocios más allá del entorno familiar

    Para algunos herederos, el ámbito de los negocios se reduce a lo que saben de la empresa familiar y ese no es un horizonte del todo amplio. La experiencia de un sucesor en otras organizaciones le permitirá conocer otras formas de liderar una compañía, entender la posición de los colaboradores no familiares dentro de la empresa, tener una visión mucho más amplia de los negocios al conocer otras formas de entenderlos.

    La experiencia externa de los sucesores será una manera inteligente e integral de complementar la formación académica y profesional de los sucesores. En la medida de lo posible, se aconseja que se puedan desempeñar en organizaciones de un ramo afín al de la organización familiar o que lleven a cabo procesos similares, permitiendo que el aprendizaje sea aún más significativo.

    Sembrando una buena semilla en tierra fértil

    Ante la idea de que uno o varios de los probables sucesores vayan a otras organizaciones, algunos líderes guardan el temor de no verlos regresar. Cuando todo el proceso se ha realizado para guiar en su formación a los herederos, esto es muy poco probable, ya que ese seguimiento da la seguridad a los jóvenes de que la organización familiar es su casa, donde se preocupan por ellos y donde sus deseos profesionales son escuchados; en pocas palabras, su compromiso con la organización familiar se verá fortalecido y renovado.

    Al interior del equipo de trabajo, los frutos del crecimiento de los sucesores son tangibles. Su autoridad crece, ya que han probado su valía y sus habilidades fuera del amparo de su propia familia. Además, cuentan ahora con una mayor seguridad que les permitirá aportar ideas frescas e innovadoras para la compañía.

    Así mismo, los jóvenes líderes podrán visualizar de forma empática el entorno laboral, siendo capaces de recibir puntos de vista distintos al propio, teniendo el espíritu crítico para aceptar y brindar retroalimentación de una manera objetiva cuando sea necesario.

    La única forma en que los fundadores y sucesores de una organización puedan disipar los fantasmas que hay sobre la sucesión, es haciendo de esta una estrategia que se trabaja día a día, y en la que la experiencia y juventud se complementan para fortalecer a la organización hacia el futuro. Siempre es un buen momento para reflexionar en qué parte del proceso se encuentra tu compañía y hacer de la sucesión no una problemática, sino una fortaleza.

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