Los secretos del éxito de las empresas familiares: ¿Qué hacer cuando un integrante de la familia
ya no quiere participar en la organización?

    El liderazgo debe poner manos a la obra para que las diferencias no menoscaben la estabilidad familiar ni la prosperidad de una compañía

    En mi experiencia profesional he tenido la oportunidad de acompañar a muchos empresarios exitosos en su camino. Esto me ha permitido conocer con detalle cómo alcanzaron la continuidad en el mundo de los negocios, historias que he compartido en mi libro Los secretos mejor guardados del empresario familiar.

    Un aspecto trascendental para la estabilidad de una compañía es tomar en cuenta que, aunque las organizaciones familiares están unidas por lazos no solo financieros, sino sobre todo emotivos, nunca se encuentran exentas de conflictos que pueden poner en peligro su legado y patrimonio. Tomemos en cuenta la enseñanza de la siguiente fábula para acercarnos al tema:

    Había una vez un padre que quiso visitar a sus 2 hijas ya casadas y saber cómo se encontraban. Fue entonces a la casa de la mayor, cuya familia se dedicaba al campo. Sobre su situación, ella dijo a su padre: “Tengo una vida afortunada, solo me haría falta una cosa: que lloviera todos los días para que nuestras tierras dieran más frutos”. Luego, el padre visitó a su otra hija, casada con un fabricante de ladrillos. Al responder sobre cómo se encontraba, la joven dijo: “Mi vida transcurre sin problemas, solo me gustaría que hubiera más días soleados y menos lluvia para que nuestros ladrillos secaran mejor y tuvieran la dureza necesaria”. Luego de sus visitas, el padre se dio cuenta de que complacer a ambas era imposible.

    Así como en el relato, dentro de una familia empresaria puede haber muy distintas formas de pensar y actuar. Es responsabilidad de los líderes de la organización poner manos a la obra para que esas diferencias no menoscaben la estabilidad familiar ni la prosperidad de la compañía. A continuación, quiero compartir algunas estrategias que los líderes de empresas exitosas toman en cuenta ante este tipo de problemáticas.

    Una familia,
    muchos caminos

    Convertirse en una verdadera familia empresaria implica trabajar constantemente en la unidad de familia y empresa inculcando los valores familiares y empresariales en cada integrante. En esta labor de liderazgo es importante conocer realmente a nuestra familia: su identidad, sus sentimientos, sus intereses. Hacer este seguimiento personal y profesional llevará a definir los perfiles de quienes desean colaborar activamente en la empresa. De la misma forma, la continua comunicación a través del consejo de familia y los distintos foros familiares y del gobierno corporativo permitirá saber si algún familiar prefiere una manera distinta de participar en la organización: sin participación directiva, solo en la asamblea de accionista o como parte de un consejo administrativo o, incluso, ya no siendo partícipe de los negocios familiares.

    La familia empresaria ante el conflicto

    Cuando la familia se enfrenta, inevitablemente, a un conflicto con alguno de sus integrantes, es de suma importancia que nuestra organización cuente con un proceso para dar seguimiento a la situación. Sentar las bases para una solución tiene como punto de partida comprender el origen de las diferencias: falta de confianza, malentendidos, miedo al conflicto, o incluso situaciones más radicales como la falta de reglas para la participación de la familia en el negocio o el nepotismo, inclusive malos manejos de los recursos de la empresa. Será a partir de un correcto diagnóstico que la organización pueda intentar el diálogo y la mediación entre las partes y alcanzar el mejor acuerdo para los afectados y para el legado familiar.

    También debe contemplarse que, en ocasiones, la separación es ineludible y alguno de los integrantes puede dejar de participar en la empresa familiar. Los protocolos familiares deben considerar las reglas para de ello y la familia debe buscar la asesoría adecuada para que existan acuerdos legales y económicos en torno a la separación y lo que suceda con la propiedad familiar que ya deben estar contemplados en sus estatutos, acuerdos de accionistas, protocolo familiar o fidecomiso de administración y sucesorio. La forma de lograr que familia y empresa sigan en armonía, aunque con caminos separados, es lograr acuerdos por escrito sobre la administración del patrimonio y la sucesión de este.

    El secreto de las empresas exitosas es hacer de la unidad familiar y empresarial un proceso que se cuida en el día a día a través de un liderazgo consciente y responsable. Para este fin, existe un documento llamado protocolo familiar, que debe ser dado a conocer a todos los familiares y el consejo de familia que debe ser presidido por el líder de la familia.