Si tu trabajo o escuela están a 40 kilómetros o menos de tu hogar, podrías llegar todos los días a tiempo, sin depender del transporte público, sin contaminar y cargado de energía gracias a las bicicletas eléctricas.
Si estás pensando dar o darte un regalo capaz de mejorar mucho la calidad de vida, esta es la compra ideal.
Una bicicleta eléctrica es un vehículo de dos ruedas que funciona casi como cualquier otra bicicleta, con la diferencia de que cuenta con un motor alimentado por una batería, cuya finalidad es asistir el pedaleo y evitar que el usuario se fatigue.
Son una opción de movilidad que combina lo mejor de dos mundos.
Existe una gran variedad de modelos específicamente diseñados para la ciudad, pero si además de transporte urbano quieres una gran compañera de aventuras en senderos rústicos o agrestes, también puedes revisar los modelos de bicicletas eléctricas de montaña.
Veamos algunas de las características más importantes de estos compañeros citadinos de movilidad y los criterios más importantes para decidir si es la inversión que necesitas hacer en estas fechas, para que tú o un ser querido inicien de la mejor manera el año que se aproxima.
Características de las bicicletas eléctricas
Las especificaciones que te daremos a continuación corresponden a los equipos de gama media o alta, pero si estás buscando bicicletas eléctricas para tramos muy cortos y uso ocasional puedes encontrar modelos económicos con algo menos de potencia, pero funcionales de acuerdo a tus necesidades.
● Alcanzan una velocidad de hasta 32 km por hora. Aunque parece poco, si lo comparamos con trayectos de ciudad en bicicleta normales, incluso superan la velocidad promedio.
● Su batería carga completamente entre 4 y 6 horas. Puedes dejarla cargando durante la noche y estará lista en la mañana. Además, puedes reponer la carga al llegar a la oficina o a la escuela
● Cargan hasta 125 kg. Por ello, también son una buena opción para personas de talla grande.
● Recorren hasta 75 km. Esto permite hacer trayectos de hasta 30 kilómetros de ida y vuelta sin problemas.
● Pesan entre 30 y 40 kilos. Son ligeras, prácticas, e incluso hay modelos plegables que puedes llevar contigo en el maletero del autobús o en el metro.
¿Cuándo es conveniente comprar una bicicleta eléctrica?
Las siguientes son razones de peso para adquirir bicicletas eléctricas para todos en casa:
Tus trayectos generalmente son cortos: si usas un auto o estás pensando adquirir uno, pero casi siempre te mueves en un radio de no más de 40 kilómetros de tu hogar, puede que una bicicleta eléctrica sea una opción mucho más económica, ya que no tienes que pagar gasolina, tenencia, seguro, etc.
Si hay adultos mayores en casa que siguen teniendo un estilo de vida activo, con una bicicleta eléctrica puedes regalarles mucha mejor movilidad y confianza para que realicen sus actividades diarias. Lo mismo ocurre con jóvenes y adolescentes que van a la escuela cera.
Gastas más de $1000 mensuales en transporte público: haciendo el esfuerzo de invertir un poco más durante seis meses o año, podrías pagar una bicicleta eléctrica de muy buena calidad que te ofrecerá un transporte más cómodo y autónomo por muchos años. Prácticamente, es una inversión que se paga sola.
El costo de una bicicleta eléctrica puede variar entre los $12,000 MXN y los $30,000 MXN, y son mucho más económicas que una motocicleta en términos de mantenimiento.
Te importa el medio ambiente: las bicicletas eléctricas generalmente funcionan con una batería de litio de alta potencia, por lo que, a diferencia del resto de los transportes motorizados a gasolina, no generan emisiones de carbono.
Quieres cuidar tu salud, pero no quieres llegar cansado a todos lados: las bicicletas eléctricas tienen el equilibrio perfecto que te permite ejercitarte moderadamente todos los días, pero sin llegar con la camisa sudada al trabajo o a una reunión importante.
Como puedes ver, hoy en día las bicicletas eléctricas son una de las mejores opciones para dar un regalo inolvidable, mientras promueves el cuidado del planeta y un estilo de vida más activo. ¿Ya te imaginaste la tuya debajo del arbolito?