Me piden varios lectores de esta columna, comente sobre el negocio inmobiliario, sobre todo cuanto va a durar el boom inmobiliario por el que atraviesa el puerto de Mazatlán. Para muchos invertir en inmuebles es invertir en un negocio con todo lo que implica emprender un negocio así. Para otros supone la creación de un patrimonio inmobiliario. Ambas Ideas muy diferentes con riesgos también diferentes.
El negocio inmobiliario es de largo plazo y en años inflacionarios se gana dinero fácil, pues el valor de los activos sube prácticamente cada mes. De 2009 a 2021 fueron 12 años en donde la economía del mundo creció y se expandió fuertemente. Se inyectaron grandes cantidades de capital de parte de los Bancos Centrales (FED, Banxico, BCE, etc.) que incrementaron la liquidez de los mercados a niveles nunca vistos, que provocó un incremento en el valor de los activos. En este escenario de crecimiento, la mayoría de los inversionistas obtuvieron rendimientos de dos dígitos.
¿Hasta cuándo? La guerra en Europa, la inflación vigente que no acaba de ceder, las crisis energéticas y de gobierno y los aumentos en las tasas de interés han sido los cines negros o elementos de riesgo que juegan en contra. En mercados alcistas el propio mercado puede corregir los errores de inversión, pero en mercados bajistas el mercado acentúa los errores de inversión, así seas, desarrollador, cliente o inversionista.
Hay un dicho en finanzas que dice que “Nunca arriesgues lo que tienes y necesitas para obtener aquello que no tienes y no necesitas” En la inversión inmobiliaria y en la Bolsa de Valores, la avaricia la gana al miedo, esto quiere decir que el deseo de hacerse rico rápido, arruina y seguirá arruinando a miles de personas cada año, porque la inversión inmobiliaria además cuenta con una herramienta muy poderosa que se llama DEUDA. La cual si se usa adecuadamente permitirá crecer el patrimonio, pero de la misma manera, hay que tener cuidado, pues una deuda excesiva puede ser peligrosa y hacer quebrar a cualquiera. Ejemplos hay muchos.
A Mazatlán creo que todavía le quedan algunos años de crecimiento inmobiliario, sin embargo hay que recordar que hace 20 años el puerto estaba en la lona, y ha sido gracias a construcción de la nueva super carretera a Durango, de nuevas construcciones de obras de infraestructura en la ciudad y remozamiento de calles y avenidas que la ciudad empezó a jalar inversiones inmobiliarias, restaurantes, comercios, hoteles y empresas de diferentes giros en parques industriales, incluyendo a un equipo de futbol de primera división y el acuario, como ejemplos de actividades para atraer turistas. Pero si queremos que este escenario se mantenga, el puerto se tiene que ir mejorando y renovando, siguen existiendo viejos vicios en el municipio (permisos de construcción, inseguridad, servicios de limpieza, espectaculares, etc.) que impiden atraer inversiones más cuantiosas y de más calidad que jalarían turistas con mayor capacidad de gasto y/o de inversión en activos inmobiliarios. La derrama en la ciudad sería mucho mayor. No es que esté mal, es lo que es, pero solo vean la gran cantidad de camiones de pasajeros estacionados los fines de semana, ese es el mercado importante actual, no deja mucha derrama, el mercado de tiempo compartido y de hoteles de 5 estrellas es muy bajo. Es necesario seguirle dando un uprate a Mazatlán hasta convertirlo en un destino de primer mundo, para poder seguir creciendo en inversiones inmobiliarias de otro nivel de calidad. Toda la comunidad debería de trabajar en lograr ese objetivo, los beneficios aumentarían y se repartirían entre todas las actividades económicas.
Cambiando de tema, por lo pronto tanto la FED como el Banco de México coincidieron la semana pasada en que no bajarían su tasa de referencia en lo que resta del año, en virtud de que la inflación subyacente, se mantiene elevada. Incluso ambos bancos coincidieron en que aún si llegan a meta de 3 por ciento en caso de Banxico y de 2 por ciento en el caso de la FED mantendrían sin cambios su tasa de referencia. Al que preocupa y presiona a Banco de México es la promesa de AMLO de subir 20 por ciento el salario mínimo en 2024 para llevarlo a $7,200 mensuales, con el fin de jalar votos a Morena en 2024, pero también provocará presiones inflacionarias, alzas tan importantes en el salario mínimo provocan aumentos de un dígito en los contratos laborales del IMSS.
El diferencial de tasas entre las tasas en pesos y dólares seguirá siendo muy parecido al actual, en lo que resta del año y hasta el primer semestre del 2024, aún cuando la FED subiera su tasa de interés una vez más en noviembre de este año para llegar a 5.75 por ciento, frente al 11.25 por ciento de la tasa mexicana, lo que daría una diferencia de 5.50 por ciento entre ambas. Las tasas de interés están llegando a su techo, sin duda bajarán, pero no pronto, por lo menos faltarían como 9 meses. Por esta razón el tipo de cambio peso dólar se sigue apreciando, cierra en la semana en $16.78 pesos al mayoreo, y probablemente buscará niveles en los $16.60 pesos en operaciones al mayoreo. Cuando el dólar se ubique entre $16 y $16.50 pesos, será un buen momento para comprar y acumular posiciones en dólares. Para invertir en Pesos, los Cetes a 28 días son una buena opción, ya están en 11.25 por ciento los plazos de 90 y 180 días también se recomiendan, aunque por el plazo habrá que cuidar la liquidez. El dinero cuesta mucho ganarlo, hay que invertirlo bien.