A la espera de inflación en EEUU
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Iniciamos ayer la semana con una jornada positiva para prácticamente todas las bolsas de valores importantes del planeta. Wall Street sumó cuatro días de ganancias al hilo, ya que los inversionistas esperan que el informe de inflación de agosto haya alcanzado un tope, con el fin que ello apoye una acción menos dura por parte de la Reserva Federal. Los operadores del mercado buscaron señales de qué tan altos serán los futuros aumentos de las tasas de interés a medida que la inflación podría llegar a enfriarse, ya que la semana pasada el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró que está firmemente comprometido con la reducción de la inflación, pese al desempeño de la economía.
Para el dato de inflación, el consenso del mercado espera en el anuncio de hoy un nivel anual de 8.1 por ciento para agosto, cifra por debajo del reportado el mes previo cuando se colocó en 8.5 por ciento. Algunos analistas señalan que los inversionistas apuestan a que el alza en precios tocó ya su punto máximo y que comenzará a desacelerarse, lo que mejora la percepción para el cierre de año. Aun así, los inversionistas mantienen la expectativa de una mayor presión en tasas de interés para la junta de la reunión de la autoridad monetaria del 20 y 21 de septiembre, donde se anticipa un alza de 75 puntos base.
Los datos de la economía estadounidense han demostrado que el empleo se mantiene sólido, a pesar de la creciente incertidumbre y las desalentadoras perspectivas económicas. El sector de servicios se expandió al ritmo más rápido en cuatro meses, durante el mes de agosto el Índice de Administradores de Compras se ubicó en 56.9 unidades, frente a los 55.1 enteros que pronosticaba el consenso y por arriba de los 56.7 puntos que registró en julio. Por otro lado, la desaceleración del mercado inmobiliario se profundiza, mientras las tasas de interés hipotecarias alcanzan su nivel más alto desde 2008.
En México, al igual que sus pares neoyorkinos, las bolsas sumaron su cuarta jornada al hilo y alcanzaron su mayor nivel en tres semanas, a la espera de datos de inflación clave para la política monetaria en Estados Unidos. Los operadores del mercado arrancaron la semana con ganancias, pues consideran que la inflación en Estados Unidos pudo haber alcanzado un pico el mes pasado, gracias al descenso de los precios de los energéticos.
En temas energéticos, observamos que los precios del petróleo sumaron tres jornadas de ganancias al hilo, en medio de conversaciones encontradas entre las potencias mundiales e Irán, quienes están en negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015. Así, el precio del contrato de octubre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, ganó 1.14 por ciento para ubicarse en 87.78 dólares, mientras que el precio del contrato de noviembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 1.25 por ciento para llegar a los 94 dólares el barril en la jornada de ayer.
Después de registrarse una inflación récord en el viejo continente, que alcanzó el 9.1 por ciento, el Banco Central Europeo decidió incrementar la tasa de referencia en 75 puntos base, esto con el objetivo de llevar la inflación a un nivel de 2.0 por ciento. Asimismo, anunció que espera seguir con las subidas para moderar la demanda y protegerse contra el riesgo que conlleva el aumento persistente de los precios.
Francia, Gran Bretaña y Alemania dijeron el pasado sábado que tenían serias dudas sobre las intenciones de Irán de revivir un acuerdo nuclear, especulando sobre si el potencial aumento de la producción de petróleo iraní se podría mantener fuera del mercado y mantener el suministro global ajustado.
En asuntos cambiarios, tenemos que la moneda mexicana cerró en su nivel más fuerte en un mes, ya que los inversionistas aguardan datos de inflación que podrían augurar el futuro monetario de Estados Unidos. De acuerdo a los registros de Banco de México, el peso mexicano ganó un centavo respecto a su cierre previo del viernes para cerrar ayer en 19.88 unidades por dólar en su modalidad interbancaria. Mientras que el Índice Dólar, o DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, perdió 0.6 por ciento para operar en 108.33 unidades.
La apreciación del peso se debe a un retroceso del dólar estadounidense, de acuerdo con el índice ponderado, debido a que el mercado está a la espera de la inflación de Estados Unidos. El mercado anticipa un dato de inflación por debajo del 8.5 por ciento anual de julio, ante la caída en los precios de las gasolinas, lo que genera especulación de que la Reserva Federal podría no ser tan agresiva en el ritmo de incrementos a la tasa de interés durante los próximos meses. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
