El monte Sinaí

No existe un consenso sobre la ubicación del Monte Sinaí, como tal mencionado en Sagradas Escrituras del bíblico libro, constituido en emblemático lugar de la antigua alianza.

Conocido también como el Monte Horeb, también se menciona como el monte de Dios, porque ahí fueron dados los preceptos de la ley, siendo el mismo Dios quien se los entregó a Moisés, teniendo, este, el privilegio de hablar cara a cara con Él.

Citado en varios pasajes de la Biblia, desde aquel momento cuando Moisés cuidaba el rebaño de su suegro Jetro, ahí tuvo su primer encuentro con la soberanía a divina cuando vio una zarza ardiendo, pero misteriosamente no se consumía, una voz le dijo que se quitara las sandalias, porque estaba pisando tierra sagrada.

Regresando a Egipto, Moisés, siguiendo el mandato de Dios se convirtió en un caudillo que enfrentaría la suprema autoridad del poderoso Ramsés para exigirle la liberación del pueblo judío. Ante la negativa del faraón Moisés le respondió con las legendarias diez plagas.

Después de la última plaga, el poderoso Ramsés accedió a dejarlos ir, aunque después cambio d opinión, lo cual, al perseguir al pueblo judío, ocasiono el prodigio conservado como un signo de liberación; el paso del Mar Rojo, previamente habiendo dividido las aguas.

Al alcanzar la liberación dio inicio una odisea por las ardientes arenas del desierto, rumbo a la tierra prometida con Moisés al frente. Así fue como en el Monte Sinaí recibió el decálogo de los mandamientos, dictado por el mismo Dios, con los cuales se regiría el pueblo, como propiedad del mismo Dios.

Fue ahí donde los judíos, mientras Moisés se encontraba ante la presencia divina, decidieron cambiar la imagen de la divinidad por la figura de becerro construido de oro. Solo los ruegos de Moisés lograron detener su exterminio a causa de su acción.

El libro de los reyes, cuando ya estaba establecido el pueblo como nación, incluso cuando ya estaba dividido después del reinado de Salomón, narra del profeta Elías, como fue perseguido por Jezabel, la pérfida esposa del rey Acab, dirigiéndose hacia el Monte Horeb, como era también conocido el Monte Sinaí.

Hoy se menciona un lugar designado para su ubicación, situado en la llamada península del Sinaí, que lleva el nombre de una zona montañosa conocida como Gebel Musa, pero este nombre no existía en los tiempos de Jesús, este nombre surge a causa de que un grupo conocido como los anacoretas encontró un leño que se dijo era la misma zarza contemplada por Moisés en el relato bíblico.

Conocido como el lugar de encuentro con Dios, lugar sagrado para el pueblo judío, el Sinaí o el Horeb, constituye un símbolo del origen del pueblo judío, como pueblo de Dios, pero también el lugar sagrado, donde Dios establece una alianza y nos ofrece una ley que será después la base de una nueva ley: La ley del amor