A favor de una mejor cultura

    1) Para saber

    El término cultura tiene muchos significados. Por ejemplo, en 1952 dos investigadores, Kroeber y Kluckhohn, recopilaron una lista de 164 definiciones de cultura.

    Entre tantas, parece aceptable la dada por el filósofo Carlos Dión Martínez: “Cultura es todo lo hecho por el hombre en sentido valioso”. Pues en la sociedad hay elementos que perjudican a la persona y que propiamente no se les pueden llamar culturales.

    Así, la cultura de un país puede adoptar componentes de otra, si estos le ayudan a mejorar.

    La fe es un tesoro que nos ofrece la verdadera libertad obtenida por nuestro Señor Jesucristo. El Papa Francisco, comentando a san Pablo, señala que esa libertad ofrecida por el Evangelio no entra en conflicto con las culturas ni con las tradiciones de los pueblos, sino que más bien las perfecciona, tratando de eliminar todo aquello que atenta contra la persona y permitiendo adquirir la plena dignidad de hijos de Dios.

    Esa libertad es ofrecida a toda persona sobre la tierra, por ello la fe puede ser aceptada por la cultura de cualquier país y época.

    2) Para pensar

    Había un joven que cada vez que se encontraba con su vecino, un señor mayor, criticaba en contra de los católicos y de la Iglesia.

    El señor, un tanto harto de esos comentarios, lo invitó un día a su casa. Ahí le enseñó un alto manzano que llevaba años cultivando en su jardín.

    Le mostró que ya habían caído al suelo algunas de las manzanas. Entonces le preguntó: “¿Por qué piensas que esas manzanas están en el suelo?” El joven respondió: “Ya estaban estropeadas. Se ve que están podridas”.

    Entonces el señor le comentó: “Pienso que por ello debería cortar el árbol”. El joven se opuso: “No lo hagas, sólo las que cayeron están malas. Cuelgan muchas buenas y seguirán brotando otras”.

    El señor concluyó: “Efectivamente, en toda sociedad puede haber algunos miembros malos. La Iglesia, que es una sociedad grandiosa, es un árbol maravilloso. Pero no hay que juzgarla por los frutos caídos, sino por los que quedan en ella”. Y le invitó amigablemente a comer una sabrosa manzana cortándola del árbol.

    3) Para vivir

    El verdadero sentido de la inculturación, es que podamos anunciar a Cristo Salvador, respetando lo bueno y auténtico que existe en cada cultura y en cada sociedad.

    No se trata de uniformizar ni de imponer un solo modelo cultural. ¡La unidad sí, la uniformidad no!, afirma el Papa. Este es el sentido de llamarnos católicos, de hablar de Iglesia católica: no es una denominación sociológica para distinguirnos de otros cristianos. Católico es un adjetivo que significa universal.

    Iglesia Católica quiere decir que la Iglesia tiene en sí, en su naturaleza misma, la apertura a todos los pueblos y las culturas de todo tiempo, porque Cristo ha nacido, muerto y resucitado por todos.

    Gracias a Cristo somos libres por la gracia -no por pagar- liberados por el amor gratuitamente. Liberados de la esclavitud para caminar hacia la plenitud de la libertad. A la Iglesia le interesa comunicar esa verdad y libertad a todos, está abierta para acoger a cada pueblo y cultura.

    “Cultura es todo lo hecho por el hombre en sentido valioso”, filósofo Carlos Dión Martínez. En la sociedad hay elementos que perjudican a la persona y que propiamente no se les pueden llamar culturales. Así, la cultura de un país puede adoptar componentes de otra, si estos le ayudan a mejorar”.