"Shailene es la nueva estrella de Hollywood"
Shailene Woodley es la nueva estrella emergente de Hollywood. La única capaz de rivalizar con Jennifer Lawrence, a la que parece haber calcado su carrera. Y con gran acierto, porque en apenas un par de meses ha saboreado dos éxitos consecutivos: el del blockbuster Divergente y el de la intimista Bajo la misma estrella.
Portada del próximo número de «Vanity Fair», por lo que cuenta Woodley en la entrevista que concede a esta revista, este triunfo estuvo a punto de no gestarse. El riesgo fue tan real como los meses que siguieron al estreno de Los descendientes, la película que la sacó de golpe del anonimato. Meses en los que pensó en dejar el cine.
La intérprete se confiesa así: "Alguien vino y me dijo: No puedo esperar a ver lo siguiente que hagas. Me lo tomé como una presión, que tenía que estar a la altura de las expectativas de los demás. Hubo unos meses en los que pensaba: No quiero actuar nunca más. Y entonces lo superé y me di cuenta de que no es asunto mío lo que piensen los demás sobre mí".
Clooney, ángel de la guarda
En ese proceso, explica, le resultó de gran ayuda el protagonista de Los descendientes y amigo George Clooney, al que define como "un ángel". Un ángel de la guarda al que acudir en momentos de duda. Superada esa indecisión, fue capaz hasta de encajar con filosofía que su papel en The Amazing Spider-Man 2, nada menos que el de Mary Jane Watson, papel que desaparecería en el metraje final de la cinta.
"Durante unas horas pensé: "Oh, Dio mío, ¿estuve horrible? ¿Por qué me quitaron? ¿Qué va a pensar la gente?", contó.
"Me desperté la mañana siguiente y pensé que tenía todo el sentido. Soy una persona bastante espiritual, puedo relajarme y confiar en que todo ocurre por una razón, aunque a mi ego no le guste".
Y el tiempo, efectivamente, le ha dado la razón.
Carreras parecidas
La carrera de Shailene Woodley recuerda a la de su colega Jennifer Lawrence, de quien solo le diferencia un pequeño gran detalle: que esta última ya tiene un Oscar y ha sido candidata en otras dos ocasiones con solo 23 años; Woodley es un año menor. Pero los paralelismos son tan abundantes como sorprendentes.
Ambas se dieron a conocer con cintas independientes: Lawrence, en Winter's bone; Woodley, en Los descendientes. Papeles que les abrieron las puertas de Hollywood.
Desde entonces han sabido alternar muy inteligentemente los roles en películas pequeñas con las superproducciones. Si Lawrence alterna la saga Los juegos del hambre con las cintas de su inseparable David O. Russell (El lado bueno de las cosas, La gran estafa americana), Woodley se sube al carro del nuevo blockbuster adolescente, la franquicia Divergente, mientras saca tiempo para cintas más intimistas como Bajo la misma estrella.
RECHAZA GREY
En el baile de nombres que se produjo en los meses previos a la filmación de "50 sombras de Grey" estaba, también, el de Shailene Woodley. Ella fue una de las firmes candidatas para convertirse en Anastasia Steele, pero rechazó el papel porque ya había hecho Divergente y no quería hacer varias franquicias al mismo tiempo.