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"música"

"Guerra musical"

"La Maldita Vecindad, El Tri, Caifanes y OV7 son sólo algunos grupos que han disputado su título artístico"
09/11/2015

    MÉXICO (UNIV)._ Igual que los matrimonios dividen todos sus bienes en un divorcio, así los grupos musicales, tras una separación, entran en combate por el nombre que les dio fama y el patrimonio que esto representa.
    El ejemplo más reciente lo puso la Maldita Vecindad, cuyo nombre fue registrado por el vocalista, Roco, mientras que, Aldo, Pato y Sax aseguran que, pese a estar registrado por Roco, existen acuerdos verbales.
    Días antes del pleito entre los roqueros, uno de los principales exponentes del pasito duranguense, K-Paz de la Sierra, sufrió una fractura más, cuando un pleito al interior hizo que Miguel Galindo y Juan Gómez se enemistaran y crearan cada quien su agrupación.
    Juan asegura tener 50 por ciento de los derechos del nombre, mientras que Felícitas Gómez (viuda de Sergio Gómez y supuesta heredera del nombre), provocó la destitución de Juan como líder de K-Paz, por presuntos malos manejos, dejando a Miguel Galindo al frente.
    Uno de los pleitos más emblemáticos fue el de Julissa con los ahora OV7, a quienes tacha de malagradecidos. Julissa fue mánager y creadora de La Onda Vaselina, que en 1999 anunció su separación y regresó poco después como un nuevo proyecto bajo el nombre de OV7, con Kalimba como nuevo integrante y sin Julissa.
    En junio de este año terminó la disputa legal por el nombre de la banda duranguense Alacranes Musical, cuyo pleito inició por diferencias entre los hermanos Urbina (música) y Omar y Memo (voz).
    Cada una de las partes sutituyó a los otros dos integrantes faltantes y continuaron presentándose con el nombre de la agrupación, lo que causó mucha confusión entre sus fans.
    Y no se puede dejar del lado a Caifanes, quienes forman parte de tan triste lista, pues a finales de los años 90, Alejandro Marcovich y Saúl Hernández demandaron la propiedad del nombre.
    El pleito se extendió hasta diciembre de 2007 cuando tras un acuerdo Saúl recuperó el nombre y tuvo que pagar por él 2 millones de pesos a Marcovich.
    Está claro que nadie experimenta en cabeza ajena. Los pleitos por los derechos del nombre siguen siendo una constante entre las agrupaciones.

    Los finales
    Todas las guerras dejan daños que en ocasiones resultan irreparables, pero a veces también logran cambiar la historia.
    Después de un buen "agarrón" en los medios de comunicación, Maldita Vecindad decidió guardar silencio, aclaró que el proyecto aún no desaparece y que en caso de hacerlo emitirán un comunicado en conjunto.
    Los pleitos de K-Paz aún siguen vigentes. Hasta ahora se han derivado oficialmente dos bandas de ésta: AK7 y Su Majestad de la Sierra.
    OV7 se alejó de la escena musical hace 10 años, mismos en los que Julissa arremetió contra ellos en cada oportunidad. Ahora que la banda se ha reencontrado su ex mánager les deseó éxito, y al parecer al fin los ha perdonado.
    El pleito de Alacranes Musical, que tanta confusión causó entre sus fans, terminó cuando los hermanos Urbina al fin se quedaron con el nombre, por lo que a Omar y Memo no les quedó más remedio que denominarse Zona Cero.
    La historia de Caifanes tuvo un final feliz, los fans han vuelto a disfrutar de la banda y la agrupación tiene llena su agenda y, por ende, sus bolsillos.
    Actualmente bandas de distintos géneros pululan con éxito, que podría derivar en una lucha de egos que podría terminar por disolverlas.

    Aprendieron la lección
    Pato, de La Maldita Vecindad, aprendió que es importante desde un principio documentar los acuerdos que se tengan, porque cuentas claras amistades largas y es importante que esos acuerdos se respeten.
    "Todos los que estamos en un proyecto artístico debemos conocer las leyes de derechos de autor que son las que nos amparan y definen nuestros derechos y obligaciones", dijo.
    Marco Antonio Morales, director jurídico en Indautor, recomendó que quien vaya a fundar su grupo debe obtener la "Reserva" y posteriormente la "Marca"; deben analizar los contratos para que a los fundadores de los grupos no se los lleven al "baile".


    Los casos de Banda El Limón y El Mexicano
    A finales de los años 80 y principios de los 90, Banda El Limón era un "boom" en Mazatlán.
    Sin embargo, las diferencias entre sus integrantes los llevaron a tomar rumbos distintos, sin perder la esencia del nombre de la banda.
    Así surgieron tres agrupaciones, La Arrolladora, La Original y La Auténtica Banda El Limón.
    Las dos primeras sobrevivieron al paso de los años y la última desapareció rápidamente.
    Ahora, La Arrolladora, banda que dirige René Camacho, y La Original, que encabeza Salvador Lizárraga, sumaron más seguidores y el público las identifica fácilmente por su estilo.
    Ambas han cosechado infinidad de éxitos musicales y premios nacionales e internacionales.
    Mi Banda El Mexicano es otro grupo que creó polémica tras la separación de sus integrantes en 2001.
    Germán Roman formó su propia agrupación, denominada Germán Román y su Banda República, pero tiempo después, mostró un documento que lo acreditaba como el propietario del nombre, por lo que cambia a Mi Banda El Mexicano de Germán Román.
    En 2007, Casimiro Zamudio reapareció con su nueva banda denominada Superestelar El Mexicano. Dos años después, los elementos originales decidieron hacer un reencuentro de Mi Banda El Mexicano, pero Germán Román no aceptó participar. Aún así, los creadores del baile del caballito volvieron con Pancho Vidriales, Jorge Hopkins y Casimiro Zamudio.

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