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"Una historia de dos tenores"

"Una historia de dos tenores"
06/11/2015 11:18

    Pbro. José Martínez Colín

    Una buena amistad me envió una historia que es poco conocida. En ella nos muestra la grandeza de alma que puede tener una persona.
    Se refiere a dos de los más grandes tenores de fama mundial: Plácido Domingo y José Carreras.
    Plácido Domingo es madrileño y José Carreras es catalán y por cuestiones políticas, en 1984, se enemistaron. Además, en España hay rivalidad entre los catalanes y los madrileños.
    Los artistas hacían constar en sus contratos que sólo se presentarían en el espectáculo si el adversario no era invitado.
    En 1987, a Carreras le apareció un enemigo mucho más implacable, un terrible diagnóstico: la leucemia. Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos muy costosos y un cambio de sangre lo obligaba a viajar una vez por mes a Estados Unidos.
    En estas condiciones no podía trabajar, y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas.
    Cuando no tuvo más condiciones financieras, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos.
    La fundación se llamaba Hermosa y gracias a su apoyo venció la dolencia y volvió a cantar. Fue por ello que decidió asociarse a la fundación.
    Al leer los estatutos, descubrió que el fundador, mayor colaborador y presidente de la fundación era nada menos que Plácido Domingo.
    Se enteró que Plácido, cuando supo de la enfermedad, creó dicha entidad para atenderlo a él, y que había querido mantenerse en el anonimato para que no se sintiera humillado por aceptar el auxilio de su "enemigo".
    Eso le dio especial relieve y conmoción en su siguiente encuentro. Sucedió en una de las presentaciones de Plácido. Empezada la función, Carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente. Plácido lo ayudó a levantarse y con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad.
    En una entrevista posterior a Plácido Domingo, una periodista le preguntó por qué había creado la fundación Hermosa, en donde beneficiaba a un "enemigo" y al único artista que podría hacerle competencia. La respuesta de Plácido fue corta y definitiva: "Porque no se puede perder una voz como esa".
    Esta historia de nobleza humana puede servirnos de inspiración y ejemplo. Por una parte, para vivir el amor al prójimo, sea quien fuere. Incluso saber que de nuestros "enemigos" es posible que surja una gran amistad. Cuando se da amor, es posible sacar también amor.
    También podemos ver aplicadas las enseñanzas de Jesús: "Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen y rogad por los que os calumnian... Haced a los hombres lo mismo que quisierais que ellos os hiciesen a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis?, pues también los pecadores aman a quienes los aman. Y si hacéis bien a quienes os hacen el bien, ¿qué mérito tendréis?, pues también los pecadores hacen lo mismo... Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced bien y prestad sin esperar nada por ello, y será grande vuestra recompensa... Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso". (Lc 6, 27s).
    (e-mail: padrejosearticulos@gmail.com)