Es la noche
a la hora de los partos
del silencio nace
y queda en el eco del infierno
el sonido terco de la muerte
que deambula por las calles
vaciando la vida.
Abismo oscuro que cae
cae cae y penetra
hasta los huesos.
Miedo ansiedad angustia
agonía de batallas cotidianas
en bocanadas de aire
ráfagas de balas.
Se necesita del fuego
que da calor,
luz de esperanza que se encienda
en medio de la violencia en Sinaloa,
algo que cobije a la humanidad,
al poema de hoy
que sangra dolor y refleja carencias,
miserias de nuestra condición humana.