"Se abre paso como instrumentista Karla Terminel"
CULIACÀN._ "Toca bien para ser mujer", es una de las frases que ha escuchado e ignorado Karla Terminel, quien se perfila para ser una gran instrumentista entre una beca y premios, que le dan la confianza para seguir adelante.
Cuando era una niña, recuerda, pidió una guitarra y le compraron un teclado, por ser este último un instrumento más delicado. Ella insistió en lo que quería tocar, lo que primero causó la sorpresa en su familia, luego entre sus amigos, que hoy buscan los primeros asientos para aplaudir su destreza con las cuerdas.
"En mi caso cuando pedí una guitarra, dijeron -mis papás- 'sólo quiere tocar un instrumento', y no me llegó una guitarra, me llegó un teclado, a lo mejor dijeron 'no lo va a poder tocar, porque es un instrumento duro'", explicó Karla.
Dice que ser mujer no ha sido un factor que interfiera en su desempeño como guitarrista, pese a que algunas veces ha escuchado ciertas expresiones que la pudieran desalentar, pero no les da importancia.
"Muchas veces -dicen- 'ah... es que es mujer', cuando tocas guitarra no creen que tocas, o 'toca bien para ser mujer', luego dicen; pero en mi caso creo que he demostrado todo lo contrario, y cuando te empiezas a dar a conocer, los mismos guitarristas te ubican. Ya no pasa eso, pero al principio era así", reseña.
Reconoce que hay pocas guitarristas en el país, aunque afirma que es importante la matrícula de estudiantes de este instrumento, incluso aquí, donde ella cursa la licenciatura en la Escuela de Música del Isic.
-¿A qué crees que se deba que en este país casi no hay ejecutantes solistas de guitarra?
-Creo que el mismo rollo que es guitarra y la guitarra la tocan los hombres, para las mujeres el piano, violín, a mí me pasó.
Karla platica que desde que empezó a tocar se dieron las oportunidades para destacar. El año pasado obtuvo el tercer lugar en el Concurso de Guitarra Clásica, que se realiza dentro del Festival de la Guitarra. y en febrero pasado, en el mismo encuentro, ganó el segundo sitio. Para ello tuvo que sacrificar salidas y estudiar mucho.
"Tocar un instrumento clásico conlleva mucho sacrificio, ya sea guitarra, violín, piano, chello, contrabajo... es de no salir con los amigos en la noche, no poderte desvelar porque al otro día ya no voy a poder estudiar".
Son horas y horas de estudio para lograr la destreza de un instrumento, y sobre todo si se trata de prepararse para un concurso.
La joven instrumentista que agradece el apoyo de su maestro Pavel Meza Peraza, quien ha sido determinante en su carrera, señala que a veces "cae" en las andadas, las salidas nocturnas, pero sabe que a veces no es para ella el "rollo de fiestas", que vale la pena el sacrificio.
Considera que tal vez empezó a estudiar guitarra ya tarde, tenía 12 años. Entonces tocaba guitarra popular y clásico un poco. A los 15, de nuevo retomó sus estudios de clásico.
Aunque su mamá le insistía que estudiara guitarra clásica, ella se perfilaba por la guitarra eléctrica. La primera le parecía aburrida.
Fue a los 20 años que decidió estudiar guitarra clásica con Meza Peraza, además. tras terminar la carrera como técnico instructor, de cuatro años; actualmente cursa el tercer año de la licenciatura en Música, en el Isic.
De voz pausada y mirada inquieta, con sencillez, platica que aunque lleva un corto tiempo como solista, ya tiene un reconocimiento ganado entre los guitarristas del país.
Comenta que previo a un concierto siempre se vive cierta "presión", "nervios", que hoy ya no le impactan, gracias a que como estudiante daba conciertos en cafés, restaurantes, que hicieron que se acostumbrara al público.
"La guitarra es un estilo de vida, y es mi trabajo porque toco en el grupo de rock, y es un compromiso sacar tres o cuatro canciones por semana, ensayar con el grupo, mis horas de estudio. Es levantarme y agarrarla, o quedarme hasta las 3 ó 4 de la mañana estudiando".
Se siente afortunada de ser una chava que a la primera le salen las canciones, que a la primera las ideas se le concreten. Aunque también ha vivido momentos de desánimos, pero llegan los reconocimientos que la impulsan a seguir haciendo el mejor papel en la escena, a vivir experiencias que enriquecen, y las que nadie le quitará.
Esa compañera de cuerdas se ha convertido en un refugio, en una terapia para desahogar frustraciones, tal vez. De esa compañera que está estrenando, que guarda en un estuche, no piensa separarse.
Como joven propone que se impulse y promueva más la música clásica entre los chavos, tal vez con más conciertos.
"Es cuestión de gustos y suele ser aburrida para la mayoría de las personas, es algo que te gusta o no te gusta", explica. "No pienso en dejarlo".
"Yo no nací escuchando música clásica o con papás músicos. Mi abuelo tocaba la guitarra y me enseñó algunas cositas al principio, yo escucho mucho rock, mucho Janis Joplin".
Así concluye la charla con una joven que se prepara para más concursos y trabaja en un proyecto como ganadora de una beca del PECDAS. Una sinaloense que sabe lo que quiere y está lista para dar más de sí como instrumentista, y aunque no busca ganar premios o reconocimientos, sabe que son el resultado de todo esfuerzo, de todo sacrificio.
INSTRUMENTISTA
Karla Terminel Espinoza estudia el tercer año de la licenciatura en Música en el Isic, donde antes cursó la carrera en técnico instrumentista.
Trabaja en un proyecto con apoyo del PECDAS, que consiste en dar una serie de conciertos por el estado.
Hace días participó como solista en Los Mochis, Guamúchil y Mazatlán, como parte del 15 Festival Internacional de Guitarra.
Entre los premios que ha ganado están: mención honorífica en un Concurso Nacional de Guitarra Clásica, en Los Mochis; tercer lugar en el segundo Concurso Estatal de Guitarra Clásica, en 2014, mientras que en su tercera edición, realizada en febrero pasado, obtuvo el segundo sitio.
Es parte de un grupo de rock.
PARA SABER
Entre las mujeres destacadas que admira, Karla Terminel menciona a Ana Vidovic, una gran virtuosa de la guitarra; así como también a Natalia Lafourcade, quien aunque no es clásica, considera que su música está bien.
