"'Reviven' legado de Nakayama"

"Estos archivos son fuente inagotable de sabiduría, máquina del tiempo que vertiginosa nos traslada del pasado al presente son rayos de luz, herramientas necesarias que el historiador requiere para cincelar su obra", expresó María de la Luz Villegas sobre el trabajo Antonio Nakayama Arce.
La archivista e historiadora revivió el legado del escritor culiacanense junto a Marco Antonio Nayama Estrada, nieto del personaje sinaloense, en una charla especialmente dirigida a alumnos de la Escuela Secundaria Antonio Nakayama como parte del programa Huellas de la Historia de Sinaloa, en el Casino de Cultura.
La plática partió de una pregunta a los alumnos ¿saben quién era este hombre?, la respuesta fue nula, por lo que entre los dos ponentes resaltaron la labor y a su vez la vida personal del escritor sinaloense con sangre japonesa.
"Mi abuelo fue una persona sencilla como cualquier otro padre de familia; lo poco que sé de él es porque tuve la gracia de haber vivido más tiempo con él que con mis padres,ya que en los años 60, cuando estaba el Gobernador Leopoldo Sánchez Célis, tuvieron ciertas diferencias personales y políticas", expresó el familiar.
Recordó que su padre, Manuel Aarón Nakayama tuvo que irse a radicar a la Ciudad de México, y su abuelo se tenía que trasladar a Hermosillo, Sonora, donde le ofrecieron el puesto de director de la bilbioteca de la universidad y él se fue con él cuando estudiaba la primaria.
Tiempo después, platicó, se regresaron a vivir a Culiacán debido a que su abuela estaba enferma y se vino a vivir aquí a la Colonia Rosales.
"Mi abuelo murió casi en la pobreza, ciego. Cuando se inauguró su escuela, muchachos, mi apá (como le decía) ya estaba ciego y me tocó asistir ahí, a lo que era antes unas láminas, eso es lo que era la secundaria que lleva su nombre; no logró ver con sus propios ojos la inauguración, pero sí la sintió, se le rodaron las lagrimas", resaltó.
Nakayama Estrada mostró a los alumnos algunas fotografías familiares donde además de su abuelo, aparece el resto de la familia, incluso algunas tomadas en Japón, en la ciudad de Osaka de donde proviene la familia.
Por su parte, la historiadora explicó a los alumnos de la secundaria que el trabajo que don Antonio realizó fue interpretar documentos datan desde la llegada de los españoles, archivos que tenía la Iglesia y a los que él tuvo alcance para darlos a conocer a través de su sabiduría.
Resaltó que desde su época juvenil, el escritor manifestó una clara vocación democrática y cristiana. Además fundó y presidió la Asociación Católica de la Juventud Mexicana, en Sinaloa; la biblioteca del Parque Constitución y estableció la Escuela Normal de Sinaloa, por mencionar algunos de sus méritos.

ALGUNAS DE SUS OBRAS
Documentos para la historia del Rosario, Sinaloa (Culiacán, 1955); Exposición que sobre las provincias de Sonora y Sinaloa escribió su diputado Carlos Espinoza de los Monteros (1957); Homenaje al pensamiento liberal mexicano (en colaboración con Erasto Cortés Juárez, 1957); Calendario cívico de Sinaloa (Culiacán, 1958); Héroes de la patria (en colaboración con Erasto Cortés Juárez y Ricardo Cortés Tamayo, 1960), entre otros.

"Mi abuelo fue una persona sencilla como cualquier otro padre de familia; lo poco que sé de él es porque tuve la gracia de haber vivido más tiempo con él que con mis padres".

Marco Antonio Nakayama
Nieto