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"Orquestando"

"Presencia sinaloense en el Ortiz Tirado"
09/11/2015 08:21

    Guianeya Román

    El maestro Gordon Campbell y un grupo de integrantes de la OSSLA se encuentran como invitados de la Orquesta Filarmónica de Sonora. El Festival Ortiz Tirado inicia este viernes. En entregas anteriores habíamos platicado de esta pequeña orquesta que vive días de gala como anfitriona de la fiesta cultural que inaugura el 2011.
    Pues la OFS tiene varias encomiendas para este Festival, la primera es la apertura con la entrega de la Medalla Ortiz Tirado que se le otorgará a la reina, María Luisa Tamez, en una gala dirigida por el maestro Enrique Patrón.
    El sábado 22 tendrá lugar el reestreno de la ópera mexicana La Mulata de Córdoba, de José Pablo Moncayo (1912-1958) que dirigirá el maestro Campbell.
    El gozoso estreno fue en 1948, lo realizó su autor al frente de la Orquesta Sinfónica de Xalapa y el Coro del Conservatorio Nacional, la inolvidable Oralia Domínguez y José I. Sánchez estelarizaron la puesta en escena dirigida por Dino Yannopoulos, con una escenografía de Agustín Lazo, quien junto con Xavier Villaurrutia realizó el guión.
    En aquella primera presentación, la pieza de un acto y tres cuadros se ofreció junto con otras dos piezas nacionales, Elena, de Eduardo Hernández Moncada, y Carlota, de Luis Sandi; ambas óperas quedaron desdibujadas frente a la Mulata que es hasta la fecha reconocida por la crítica como la obra cumbre del autor jalisciense.
    Sin embargo, pese a la buena acogida de la crítica y el entusiasmo del público, la Mulata de Moncayo quedó en el silencio atropellada por las reiteradas, repetitivas y muchas veces mal representadas Carmen, Bohemia, Elixir de amor, Madama Butterfly, Tosca… y de más títulos que en nuestro país hemos visto hasta el cansancio cada vez con menos dignidad.
    En 1966, de nuevo La Mulata pisó los escenarios, se presentó en el gran teatro del Liceo de Barcelona. En los roles principales estaban Guadalupe Solórzano y Placido Domingo. Durmió el sueño de los justos hasta 1996, cuando se presentó en Bellas Artes, en donde Rolando Villazón hacía sus pininos en el pequeño rol de Fray Anselmo, que es quien al final de la obra le da a la Mulata la tiza con la dibujará la barca en la que huye de la Inquisición.
    Para que tengan una idea de cuan poco difundida está la ópera nacional, en 1980 Rodolfo Halffter, a través de Ediciones Mexicanas hace una edición del documento; ignoro en que consistió la impresión, puesto que la partitura que le enviaron al maestro Campbell es un engargolado escrito a mano, y lleva la indicación de que es copia única. En 2005 la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, bajo la dirección del maestro Carlos Lamónaco, grabó la obra en lo que es la única versión comercial disponible de la ópera de Moncayo.
    En 2009 el maestro Campbell propuso la puesta en escena de esta pieza mexicana para que formara parte de los festejos del bicentenario en Sinaloa, pero no obtuvo respuesta favorable. Finalmente, en El Callejón del Templo de Álamos, Sonora, estará el escenario que dará de nuevo la bienvenida a Moncayo a un año de la celebración del centenario de su nacimiento.
    La cita es el sábado, a las 19:00 horas. La dirección de escena está a cargo de Miguel Alonso, la escenografía virtual y efectos especiales son del talentoso Aldo Rodríguez. El elenco lo componen Marybel Ferrales como la La Mulata; Octavio Moreno como Aurelio; Adrián Lozano como Anselmo; Salvador Rivas como el Inquisidor. Habrá dos presentaciones más en Guaymas el domingo 23 y en Hermosillo el martes 25.
    La muy buena noticia es que parece que ahora La Mulata cobra popularidad y ya anunciaron que para febrero una compañía de ópera la presentará en el Distrito Federal, de hecho les urge ya que les llegue la copia única de la partitura para iniciar los ensayos.
    La Mulata de Córdoba, de Moncayo, presenta una curiosa particularidad, al contrario de lo que ocurre en la mayor parte de las piezas del género en donde los roles estelares son para soprano y tenor, aquí son para mezzo y barítono. Sus personajes son para voces graves, hay una riqueza sonora entre los caracteres masculinos cuyas voces van del tenor al barítono y bajo barítono.
    La música de La Mulata es de gran belleza, y debido a la poética calidad del libreto la obra fluye como un poema continuo que se desliza hasta el lúdico final.
    Moncayo en su corta vida logró entender los secretos de la orquestación y conseguir de cada instrumento un máximo de expresividad, no necesitaba una orquesta grande para cimbrar con sus contrastes sonoros. La Mulata es de orquestación pequeña, lleva pares de alientos, no requiere piano, ni arpa. La música se desliza de mano de cada una de las líneas que conforman sus versos.
    Villaurrutia y Lazo poseían sin duda alguna el secreto del lenguaje, en ellos, la precisión de la palabra para describir el significado alcanzó una agilidad en el uso del idioma, que hasta la fecha es ejemplar... así está construido el guión, una obra maestra de claridad, y emociones.


    Comentarios: Orquestando_noroeste@yahoo.com.mx