Voz de cigarra en tu boca,
timbre que retumba en la montaña,
piel sin vestido
sobre el árbol de placer
que esconde su susurro
en la caracola roja.
Hueles a madera talada,
tu mirada tienta
el follaje de los pinos,
sabes a resina que suaviza
entrañas agudas y garganta
con pegajosas palabras
verdes y frescas con sabor a menta
en murmullos sin ruido,
en eco,
en desnudo,
en cuerpo,
en corazón.