"Mario Iván Martínez arranca sonrisas de los niños"
MAZATLÁN._ Las mil sillas que se colocaron en el Polideportivo de la UAS fueron insuficientes para recibir a los niños y sus papás que fueron convocados por el talento del actor y cuentacuentos Mario Iván Martínez, que por segunda vez presentó en el puerto su espectáculo Descubriendo a Cri-Cri.
A pesar de que el audio del espacio fue insuficiente, la capacidad actoral y la calidad del trabajo del histrión logró cautivar a los niños. Muchos de ellos se enfrentaron por primera vez con las famosas canciones de Francisco Gabilondo Soler.
El ratón vaquero entró trotando sobre un caballito de palo. Mario Iván fue recibido por un grito atronador de los niños, mientras los acordes de la polka se escuchaban como música de fondo de la narración de un cuento sobre ese ratón que le encantaba vestirse como vaquero.
Al terminar la narración cantó la melodía y letra de la canción; le siguió la Muñeca rota, que al final es feliz porque tiene a muchos amigos que la quieren, aunque la hayan dejado olvidada en un rincón.
Cuando contó el cuento de Chonki fu, el chinito que vivía estampado en un jarrón, le pidió al público que coreara la canción y los que se supieron la letra fueron los papas de los niños.
Con una gran llave, Mario Iván invitó a los niños a abrir el ropero de la abuelita, cargado de recuerdos y nostalgia.
El actor utilizó lluvia de confetis, flores de papel y en cada rincón del escenario tenía escondidos pequeños títeres de dedo que representaron a los personajes de Cri-Cri, aparecieron en sus dedos y los lanzaba a los niños o pasaba a sus lugares para entregárselos en las manos.
"Soñé algo muy bonito, que todos los niños mexicanos éramos músicos y a los criminales se los llevaban los gendarmes a paso de cha cha chá... y que fuera elegido como Presidente Cri-Cri", dijo.
Se despidió cantando la magia perene de Francisco Gabilondo Soler encarnada en la canción El chorrito.