"Maestros detrás de la ópera mexicana"
MÉXICO (UNIV)._ Una de las grandes mentiras que se han inventado en el mundo de la ópera, es que los cantantes mexicanos de excelencia han tenido que salir del país para buscar maestros de alto nivel que los ayuden a forjar una carrera de prestigio internacional.
Rolando Villazón, María Alejandres, Dante Alcalá, Jorge Lagunes, Alfredo Portilla, entre muchos otros iniciaron su carrera profesional en México y tomaron, al menos un par de clases, con maestros mexicanos.
Entre admiradores y detractores
Desde que tiene memoria, dice Mijares, le gusta cantar. A los seis años estudió guitarra y ya quería cantar y tocar. "De joven pensé que iba a ser guitarrista, pero lo cierto es que no creí que iba a hacerlo profesionalmente. Con el tiempo me dediqué realmente a mis dos grandes pasiones: el billar y el canto", cuenta.
A los 18 años se fue a estudiar canto a Londres, donde encontró su verdadera vocación, ser maestro de canto.
"Se canta porque se tiene buena voz y se canta a pesar de los maestros, es decir, aprendes música, solfeo, actuación pero se tiene poco oficio. Los maestros, en general, ayudan a vocalizar", señala.
La realidad, dice, es que no hay escuela, como tal, de canto. Una certeza que comparte con Ramón Vargas, quien se convirtió en figura de la ópera internacional y en uno de los maestros del tenor Arturo Chacón-Cruz y la soprano María Alejandres.
El maestro de academia
Como barítono, Arturo Nieto interpretó algunos de los roles más importantes del género e incluso compartió escenario con Plácido Domingo. Él es uno de los representantes de la academia que ha demostrado que sí existen maestros de alto nivel, al menos en el Conservatorio Nacional de Música, donde imparte cátedra.
Una de sus cartas de presentación es Rolando Villazón, quien siempre agradece su enseñanza.
"Rolando me ha dicho que yo tengo la culpa de que él sea cantante, le respondo que él tiene la culpa de que yo sea maestro; nos conocimos y me dediqué prácticamente a dar clases y dejé poco a poco mi carrera", cuenta.
Cantar es un oficio demandante, explicar cómo se hace es diferente, son historias distintas.
Ser maestro, dice, le ha dado grandes satisfacciones y varias decepciones.
"Me he topado con grandes voces pero no poseen musicalidad por más que les expliquen... no es posible lograr que cambien. En esos casos sólo queda enseñarles a que canten lo mejor posible y accedan al nivel que les es posible alcanzar. Y hay otros como Rolando, como Marcela Chacón que está construyendo una sólida carrera y estoy seguro que llegará muy ", añade.
James Demster, el coach
El coach es un entrenador que ayuda a los cantantes a obtener el mayor rendimiento. Uno de ellos es James Demster, quien un día descubrió que el repertorio alemán era fascinante y decidió que después de ser pianista y oboísta, el canto era su pasión.
Ya como coach tuvo en sus manos la voz de Olivia Gorra, David Lomelí, Ramón Vargas, María Alejandres y Rolando Villazón.
"Los cantantes son atletas de músculos involuntarios, por eso tenemos que encontrar un equilibrio entre el dominio de la voz y la psicología del instrumentista", dice.
De acuerdo con Demster, el coach también tiene que tener en cuenta cuál es el estilo y características que tiene que conservar el cantante.
Demster tiene 25 años de trabajo en México, tiempo que le ha permitido observar que los mexicanos cada vez más se han despojado de la timidez y la baja autoestima.
El gran reto de trabajar con los cantantes es construir una confianza sólida para convivir con temas tan sensibles como son las emociones, con la gran fuerza de la música y con los requerimientos de las compañías.
"Los cantantes son atletas de músculos involuntarios, por eso tenemos que encontrar un equilibrio entre el dominio de la voz y la psicología del instrumentista".
James Demster
Coach
Otros maestros
* Ramón Vargas es cantante profesional de nivel internacional y también funge como maestro, en sus manos han estado figuras como María Alejandres, David Lomelí y Arturo Chacón-Cruz
* Francisco Araiza. Cantante de gran trascendencia internacional, uno de sus destacados alumnos es el tenor Javier Camarena y el bajo-barítono Alejandro Armenta
* Enrique Jasso, fallecido en febrero pasado, fue formador de grandes voces como Francisco Araiza, Violeta Dávalos, Ana Caridad Acosta e Irasema
JAMES DEMSTER Ha trabajado con cantantes mexicanos como Olivia Gorra, David Lomelí, Ramón Vargas, María Alejandres y Rolando Villazón.
GABRIEL MIJARES Desde que tiene memoria quería cantar; fue jurado en 'Ópera Prima Voces del Bicentenario'.
ARTURO NIETO Fue maestro de Rolando Villazón y es profesor de canto en el Conservatorio Nacional de Música