"La música me salvó: Enrique Patrón de Rueda"
MAZATLÁN._ La música salva a la humanidad de vivir al borde del abismo en el que los instintos colocan cotidianamente a las personas. Quien se compromete con la música, para descubrir sus entrañas, encuentra al ser humano que existe en él y en los demás.
Eso le pasó a Enrique Patrón de Rueda, pero hizo algo más por él, lo colocó en un punto en el que puede compartir con los jóvenes su conocimiento y contribuir a cambiarle la vida a otros.
"La música me salvó de una vida sin propósito, sin emoción, sin sentirme realizado, sin descubrir lo que verdaderamente soy. Me di cuenta de eso a través de un proceso complicado, la vez que la visualicé como mi vocación tenía 14 años, me provocaba mucha incertidumbre introducirme en una profesión en la que las probabilidades de estar en la plana mayor son bajas", comentó.
"La música me apasionó desde muy joven, era una experiencia maravillosa que no podía comparar con otra por la intensidad de las emociones que me producía, me imaginaba haciendo música, quería vivir en esa dinámica, me veía dirigiendo en Bellas Artes, haciendo ópera en Mazatlán, enseñando, desde entonces me agarró la obsesión de que la gente viviera lo que yo experimentaba con la música".
"El Chato" Patrón, padre del director concertador, fue un hombre de carácter fuerte y de convicciones bien cimentadas.
"Mi familia no fue el único elemento que me cuestionaba mi vocación, cuando les dije que quería dedicar mi vida profesional a la música se asustaron mucho. Mi padre no le daba relevancia a una carrera artística, pensaba que si me dedicaba a eso me iba a morir de hambre, me obligó a hacer la carrera de Administración de Empresas y una maestría en Psicología Industrial, ahora se lo agradezco, porque esas dos carreras me han servido para mi profesión", comentó.
"Pensaba que dándole el título iba a quedar conforme, no fue así, me pidió la maestría y se la di. Terminé muy pronto, a los 20 años ya tenía mi título, a pesar de que al mismo tiempo estudiaba música con una entrega total. En el Conservatorio Nacional, todavía cuando me gané la beca para estudiar Dirección Musical en Londres, me dijo: '¿A qué te vas?, vente a Mazatlán'. Eso me llevó a una depresión profunda, me enfermé y mi mamá lo convenció para que me apoyara".
Como lo que no mata fortalece, esas experiencias lo fortalecieron, en Londres se enfrentó a una clase en donde los que aspiraban a ser directores en el mundo llevaban una preparación de primer mundo y él no tenía el nivel que tenían sus compañeros. Se sobrepuso.
"Todo eso me hizo muy fuerte, tesonero, luchador, me forjó el carácter. Sucedía una situación que me derrotaba y me iba hasta el sótano, me daba por vencido pero había algo que me empujaba para arriba, se me presentaba una oportunidad, la tomaba y salía adelante, aunque me quedara enorme, como cuando me fui a estudiar Dirección a Inglaterra", dijo.
"Cuando fui Director Artístico de la Ópera de Bellas Artes la llevé a un punto muy alto, nunca ha habido tanta ópera en México como en aquel momento. Montaba tres títulos a la semana, nueve funciones por título, giras, empujaba a la gente nueva, además, hacíamos espectáculos alternos, como Juego Mágico, era una programación casi como la del Met de Nueva York, por la cantidad de fechas en que había ópera en el escenario", recordó.
"La gente que trabajaba en Bellas Artes se reveló, por la carga de trabajo. Bellas Artes no tiene la infraestructura humana. El Metropolitan lo puede hacer porque tiene dos orquestas, dos coros y elencos alternos, en Bellas Artes eso no existía".
Siempre contra corriente, el ímpetu de Enrique Patrón de Rueda por llevar la cultura, la calidad del arte a un gran número de personas, lo ha enfrentado con las autoridades a lo largo de su carrera.
"Hasta la fecha, lucho con eso, tengo que convencer a las autoridades. Para la gente que está en los altos puestos soy, muchas veces incómodo, no soy una figura en la que se apoyen. Dicen que soy belicoso, porque siempre peleo, porque se le de lo mejor al público y quiero que se estén ofreciendo eventos de primer nivel, defiendo los proyectos y eso pisa callos, porque hay mucha gente que no tiene capacidad para trabajar, hay figuras de autoridad en la cultura que les incomoda cuando llega alguien que tiene muchos proyectos, si no son seguros y no tienen talento, se les mueve el piso", comentó.
Director y no pianista
"El destino de ser director de ópera lo decidió Irán de la Fuente. Cuando era un adolescente de 14 años, me juntaba con los doctores Prado, Flores e Irán de la Fuente, los tres apasionados de la ópera, se reunían cada semana a escuchar ópera, me ponían toritos, colocaban un disco y sin ver la portada me preguntaban el nombre de la cantante y el fragmento de la ópera, nunca me ganaban", dijo.
"Irán fue el primero que se dio cuenta que tenía una memoria musical casi fotográfica, me dijo, tú tienes oído de director de orquesta, y desde ese momento me quedó claro que eso quería ser. Empecé a imaginarme provocando todos esos sonidos, unirlos y hacer que se escucharan con equilibrio. Desde que me fui de Mazatlán me propuse entrar al Conservatorio Nacional y ser director de orquesta".
Londres fue uno de los grandes retos a los que se enfrentó.
"El primer año en Londres, casi me escondía cuando llegaba a la clase, así duré un año, observaba a los demás, cuando ya estuve seguro del terreno, empecé a mostrar lo que había aprendido, los maestros se dieron cuenta y comencé a destacar. Nuevamente un maestro confirmó lo que había dicho Irán de la Fuente, estuve cinco años en Londres estudiando para director de orquesta con especialidad en ópera".
La magia de la voz
"Soy apasionado de la ópera, siempre me visualicé acompañando a solistas: piano, violín o la voz, entre otros. Cuando me di cuenta del maravilloso mundo del canto me fui por ahí. La voz es una acto de magia, me refiero a la gente que se le da el don del canto de manera natural, para ellos es un acto inconsciente, forman un instrumento que hace un sonido bello. Cuando esas personas con ese sonido provocan emociones a través del fraseo y una paleta inmensa de colores en la voz, se produce la magia", dijo emocionado.
"Cuando descubro eso en alguien me arrastra, me atrapa, me lleva hasta la esencia de donde está surgiendo ese sonido y puedo dirigirlo para mejorarlo, para que le pongan un color que haga más bello el sonido. María Callas, cuando cantaba, bajaba una conexión del infinito y se escuchaba a su cabeza y su corazón, por eso era capaz de provocar esos sonidos, esos momentos; no nada más ella, todos los grandes lo han hecho, de alguna manera el sonido provoca un orgasmo en las neuronas, se mete en la piel y quieres compartir esa experiencia con el género humano y quieres que se repita una y otra vez. Eso lo sigo sintiendo igual o más que cuando empece".
Dirige a Juan Gabriel
Uno de los momentos de más incertidumbre que ha vivido fue cuando el director de orquesta Luis Herrera de la Fuente declinó su participación en el concierto en Bellas Artes de Juan Gabriel y asignaron a Patrón de Rueda el compromiso.
"La música no tiene fronteras, la calidad se puede sentir tanto en las propuestas cultas como en las populares. Juan Gabriel nació con un talento enorme para la música, instintivamente desarrolló su originalidad, tiene un lugar en la historia de la música mexicana como lo tienen Agustín Lara y José Alfredo Jiménez. Los tres tienen una conexión con el infinito", comentó.
"Si él hubiera nacido en una familia con intereses musicales y lo hubieran conectado con la música de concierto hubiera sido una estrella también en ese ámbito, a él le toco contribuir con la música popular, ahí encontró el cauce a su enorme talento".
Cuando le asignaron esos conciertos pidió que le dieran unos días para analizar su obra, cuando terminó de revisar la música de Juan Gabriel se dio cuenta del genio de ese hombre
"Me di cuenta que era un portento y acepté, es uno de los conciertos más polémicos de la historia de México, porque era la primera vez que un cantante popular entraba a Bellas Artes. En su momento fue un escándalo, me amenazaron, rompieron los vidrios de mi carro, se hizo y fue un placer trabajar con un hombre tan dotado para la música".
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"Estoy convencido que un niño, una niña, o un joven que tienen la suerte de que las circunstancias lo pongan a tocar con un grupo, un coro o con instrumentos y afinarse con ellos, le desarrolla una capacidad de trabajo en equipo de integrarte a una comunidad, difícil de tener en otro ámbito", afirmó.
"Despierta en cualquier persona todo tipo de sensaciones, en la piel, en el cerebro, en el corazón , convierte a las personas en seres inquietos que quieren saber y entender más de la existencia de la música, de ellos mismos. Te enseña a escuchar a los demás, todo eso te hace un individuo diferente. Cualquier niño que canta, aunque sea en un pequeño coro, le queda claro eso".
La música cambia a las personas facilita el desarrollo de los valores humanos.
"La música despierta la fibra sensible del ser humano, esa que no te deja irte por el lado instintivo salvaje que todos los de esta especie tenemos. Por esa parte animal somos capaces de borrar la sensibilidad y cometer actos atroces, el arte vacuna contra eso, el monstruo de la violencia siempre está al acecho, así es la naturaleza", dijo.
"Las artes te dan las herramientas para aplacar la parte animal, instintiva de los hombres, de donde surge la violencia y esa capacidad de desarrollar la maldad. El arte te pone en otro plano, te tranquiliza y te ubica en lo humano, el arte crea vínculos con los demás, es una facultad que nos da el infinito, que te hace que te reconozcas como ser humano y no obrar por instinto. El estudio de las artes te da la oportunidad de reconocer que la disciplina y el trabajo arduo te llevan al lugar en el que quieres estar".
Recibirá hoy homenaje
Con la gala Su Majestad la Zarzuela, el Festival Cultural Sinaloa 2014 hace un reconocimiento a los 35 años de trayectria de Enrique Patrón de Rueda, hoy a las 20:00 horas en el Teatro Ángela Peralta.
La gala es un espectáculo con una esplendorosa mezcla de los fragmentos más representativos y famosos del género lirico español, como La verbena de la paloma, Luisa Fernanda, La leyenda del beso, entre otras.
Participarán más de 120 artistas, entre solistas y bailarines, acompañados por la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, bajo la dirección del homenajeado.