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"columna"

"Ideas sueltas"

"'Abstracción nacional y nacionalismo abstracto '"
15/11/2015

    Hace unas semanas se presentó en el Museo Phillips Collection en Washington, D.C., el performance y concierto Abstracción nacional y nacionalismo abstracto, del artista mexicano Pedro Lasch, bajo la curaduría Vesela Sretenovic, la curadora de arte moderno y contemporáneo de dicho museo.
    La primicia fue un trabajo minuciosamente planeado y que lleva más de 12 años en proceso, el trabajo de Lasch ha estado siempre ligado a los temas de ciudadanía, política, unión, fronteras y la pluralidad cultural del mundo actual como intereses medulares en su quehacer artístico.
    Llegaron a la sala principal, a la entrada del museo, una decena de jóvenes vestidos de negro cargando unas banderas. Para este proyecto, Pedro hizo fusiones de varias banderas y creó banderas nuevas incorporando símbolos y colores de las banderas de estos países, por ejemplo: la Composición 28 incorpora a las Islas Marshal, Mauritania, Mauritus, México; o la Composición 46 que incorpora a Estados Unidos, Reino Unido, Uruguay y Uzbekistán; de manera simultánea a los abanderados circulando por las salas, había tenores frente a las banderas cantando los himnos nacionales de ciertos países en un idioma que no es el original, es decir, que para esta pieza se escogió que se cantara el himno en el idioma del país que le sigue en el alfabeto, de tal manera que el himno norteamericano se cantó en español, que es el idioma oficial de Uruguay, y el de Italia se cantó en inglés y el de Japón en hebreo, por mencionar algunos.
    Después de llevarnos caminando por las salas escuchando himnos y viendo las banderas desfilar, se nos invitó a pasar al salón de música del museo, donde se tocaron cuatro himnos con arreglos a cuatro voces (soprano, alto , tenor y bajo), a cada voz le fue asignado un himno nacional; los himnos fueron escogidos por orden alfabético (en inglés), como se encontraban escritos en el almanaque en el 2001.
    Algunas secciones son cantadas en su forma más pura (en el idioma asignado) para que el público pueda disfrutar de su poesía y pureza; a estas partes les llaman Procesiones. Otras partes llamadas Composiciones, son una yuxtaposición de las voces, letra y música guiados por el compositor Rodney Wynkoop, que busca mantener la integridad individual de cada himno, para que cada espectador, siempre y cuando sea multilingüe, pueda relacionarse con las piezas individuales como tal. El recital no sólo tenía la intención de ser un recital musical, sino de también se una presentación abstracta de vanguardia usando la música en el arte, como lo hacía John Cage.
    Este performance se realizó en el marco del foro internacional del Museo Phillips Collection, el museo además está ubicado en la calle contigua a las calles que albergan casi todas las embajadas internacionales en Washington, lo cual hace más relevante el presentar este trabajo en este contexto, no sólo en la capital de Estados Unidos, sino en la calle de las embajadas, de la política, los tratados, los acuerdos y la diplomacia.
    Con esta obra se nos invita a reflexionar sobre nuestro nacionalismo, nuestros colores, nuestra patria, y lo que consideramos como ciudadanos de determinado país como nuestro o lo que está arraigado en nosotros como parte de esto; como por ejemplo, cuando se rediseñó el logotipo de la Presidencia de la República en el sexenio de Vicente Fox y la gente se enfureció porque consideraban que el águila y el escudo nacional habían sido mutilados; nada había sido mutilado, era un ejercicio (además bien logrado) por hacer más moderno el emblema y convertirlo en un logotipo.
    Algo similar pasó en Irak después de la ocupación en el 2003, se convocó a rediseñar una bandera nueva, el ganador fue un artista plástico y su diseño cambiaba los colores por el azul, el banco y el verde, y la gente protestó que los colores no podrían cambiarse que sus colores eran rojo, blanco y negro. Son estas cosas las que tocan los corazones y a veces nos mueven como ciudadanos, ya sea de Irak, de México o de cualquier país.
    La pieza no sólo es una provocación, sino una invitación a ver y contemplar dos palabras que no consideramos tengan relación, o no las vemos relacionadas o no las queremos ver como tal, y sin embargo tienen mucho en común, me dice el artista; nos invita a pensar que el arte además de abstracto puede ser político o que la política también puede ser abstracta, o, ¿cuál es el papel o el lugar del artista o de muchos artistas que hacen arte con contenido social y político? Y, ¿cuál es el espacio o el lugar para ellos? ¿Dentro de los museos? ¿Dentro de las embajadas? ¿En la calle? 

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